lunes, 11 de enero de 2010

Castillo de Monfragüe

Hoy nos acercamos a un lugar sacralizado y ocupado en muy distintos periodos. Una joya de la naturaleza declarada Parque Nacional muy recientemente. Allí donde reina el buitre negro, sobre la orilla del más largo río ibérico, nos encontramos las ruinas de este castillo, una cueva con pintura rupestres y una ermita en el interior del propio castillo.

















Es un castillo musulmán construido en la frontera del Tajo en el siglo XII sobre el emplazamiento de un antiguo castro vettón,reutilizado por los romanos y después por los visigodos. Bajo el castillo, en las duras cuarcitas armoricanas, se abre una profunda cueva, cerrada hoy con una verja, donde pueden ser admiradas numerosas y estilizadas pinturas rupestres de humanos de la Edad del Bronce. Es curioso observar las figuras coronadas entre otras que parecen darles escolta. La ermita de Nuestra Señora de Monfragüe, patrona de Torrejón el Rubio, se levanta intramuros sobre los restos del castillo. Miles de peregrinos acuden el primer lunes de Pascua para rendir tributo a la Virgen Negra (traída por la Orden de Monfragüe desde Jerusalén, según se cuenta). La etimología de Monfragüe es discutida: hay quien lo hace derivar de Mons Fragium,literalmente "Monte-Escarpe", hay quien lo cree procedente de Mons Fragosus "Monte Escarpado" y hay quien propone que proviene de Mons Fragoris "Monte de la Fractura" o "Monte del Escarpe". Aunque las tres propuestas apuntan hacia un mismo concepto: "Monte partido,o escarpado" que efectivamente se corresponde con la topografía del lugar donde el Tajo "parte" las gruesas cuarcitas de la Sierra de las Corchuelas.


















Además hemos de hacer mención a una leyenda, que se repite constantemente en este tipo de construcciones medievales, pues ya se sabe que se dice que cada castillo tiene su fantasma:

Una vez leí una leyenda sobre el castillo de Monfragüe. Al parecer el alcaide moro que lo gobernaba tenía una hija bellísima de nombre Noeima. Estando el castillo sitiado por los caballeros cristianos, Noeima se enamoró perdidamente de uno de ellos, al que comenzó a ver en secreto y al que, finalmente, acabó por revelarle la existencia de un pasadizo secreto que daba entrada al corazón de la fortaleza. Los cristianos utilizaron la información para tomar el castillo una noche, y Noeima fué maldecida por su padre y condenada a permanecer en el cerro por toda la eternidad, en castigo por su traición. Dicen que, todavía hoy, en las noches de tormenta se ve al espíritu de Noeima vagando por el monte, llorando lágrimas que se convierten en perlas.
(celtiberia.net)

Leyenda o no, se cuenta que existe un pasadizo debajo del aljibe árabe del castillo.

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