jueves, 29 de diciembre de 2011

El Templo íbero de El Tossal de la Malladeta, La Vila Joiosa

Oyendo hablar en un programa radiofónico del libro "Catedrales" a su propio autor, Miguel Sobrino, me quedó clara la mezcla que siempre hubo entre lo sagrado y el intercambio comercial o, más bien, en un sentido más amplio, entre la actividad de culto y la actividad civil que solía darse en un mismo espacio destinado, en un principio, para lo sagrado. En este sentido hoy nos remontamos más allá del medievo, donde se encuadran las catedrales, para llegar de nuevo al mundo íbero, a la antigua Contestania, donde nos encontramos con un antiguo templo en el que todo esto de lo que estamos hablando queda bien patente. Entre muchas piezas de distinta procedencia, han aparecido algunos fragmentos de inscripciones contractuales en las que se cerraban distintos negocios en el propio Templo íbero de El Tossal de la Malladeta, en la comarca de La Marina Baja. El santuario estaba consagrado a una divinidad femenina, de la que no se conoce su nombre, y que ha sido interpretada como una especie de divinidad que representaba la vida y la muerte, siendo denominada por los arqueólogos como la "Diosa Madre", pues aglutina bastantes características de las ancestrales divinidades femeninas que seguramente no sean otra cosa que reminiscencias de los antiguos cultos a la "Madre Tierra".























*Fuente: B. García, Diario Información.

Durante quinientos años, entre los siglos IV a. C. y I d. C., el santuario íbero que coronó el Tossal de la Malladeta de La Vila Joiosa, fue un centro activo de cultos religiosos y transacciones comerciales del Mediterráneo, como demuestran las miles y miles de piezas halladas entre las estructuras de piedra que hoy se conservan. [...]. El templo estaba dedicado a la "Diosa Madre", de la que se desconoce el nombre, pero que "era símbolo de la vida y la muerte, de la fertilidad y la lluvia, la madre de todo" para los moradores prerromanos de La Vila. De esta diosa, se han encontrado numerosas representaciones en terracota y cerámica, la mayoría, quemaperfumes (cabezas huecas en cuyo interior se quemaban resinas y hierbas aromáticas) "con representaciones de aves y pajaritos en la frente, que representaban al ser monstruoso o real que se llevaba al espíritu de una persona al otro mundo", detalló el arqueólogo. "Muchos de los fragmentos son muy raros", señaló Espinosa -codirector del proyecto-, por ejemplo, los restos de ánforas y copas para vino del siglo II y I a. C. procedentes de Ibiza, ciudad dominada por los Jónicos y con la que había una fuerte relación comercial. "Se comprueba que los santuarios no sólo eran templos de culto religioso, sino que tenían una función comercial muy importante", destacó el arqueólogo. El santuario íbero del Tossal era el lugar en el que se firmaban los acuerdos mercantiles, explicó Espinosa, de hecho han aparecido pequeños fragmentos con inscripciones de alguno de esos contratos. "El santuario era un puerto comercial donde los funcionarios, los sacerdotes, que eran quienes sabían escribir, redactaban los acuerdos comerciales". Estos que tenían "carácter sagrado y no se podían violar porque sería un sacrilegio" contra la Diosa Madre, relató. Esta actividad comercial ha hecho que se hallen en el santuario restos de hace dos mil años de objetos llegados desde Italia, Francia, toda la Península Ibérica o el Norte de África.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Los Toros y el Monte de Guisando, El Tiemblo

Hoy queríamos citar las esculturas zoomorfas vetonas -conocidas como verracos- más famosas: Los Toros de Guisando. Pero no sólo la existencia de éstas, sino el cerro junto al que se encuentran y del que toman nombre, el Monte de Guisando, el cual constituye el inicio oriental de la Sierra de Gredos y cuya figura no hubo de pasar desapercibida a los caminantes que durante siglos y milenios recorrieron una vía pecuaria que en tiempos de Alfonso X el Sabio pasaría a formar parte de la red de Cañadas Reales, la conocida como Cañada Real Leonesa. El que esto escribe puede decir que su silueta al amanecer vista desde el oriente resulta impactante y más aún puede resultar si el viajero desconoce la existencia de estas cuatro esculturas de granito que a sus pies se encuentran y sobre las que tanto se ha especulado. Son varias las teorías que han tratado de explicar el significado de estas manifestaciones en piedra tan características del antiguo pueblo prerromano de los vetones, de entre las que destaca la postura que entiende que cumplían una función protectora o mágica del principal sustento de este pueblo: el ganado.















Los Toros de Guisando y, al fondo, el Monte de Guisando

Estos toros de piedra están alineados lomo con lomo mirando hacia el Occidente, precisamente hacia el Monte de Guisando. En uno de los toros destaca una inscripción latina que dice: LONGINUS PRISCO - CALA ETIQ – PATR – F., que según traducción del gran Manuel Gómez-Moreno significa: Longino erigió estos Toros a su padre Prisco Calético, lo cual abrió especulaciones en relación a su origen cronológico, pues pudieron haber sido esculpidos en época romana al estilo indígena -vetón en este caso-, aunque más bien se cree que la inscripción fue posterior a la creación de estas esculturas. En el Monte de Guisando, en su ladera, existen los restos del Monasterio jerónimo de Guisando, donde Felipe II pasaba las semanas santas, lugar del que se dice pudo estar entre los que barajó como posibles ubicaciones del futuro monasterio de El Escorial, aunque otros autores rechazan esta última afirmación; más arriba nos encontramos con la Cueva de San Patricio de la que Cela nos contó la leyenda popular que afirmaba que llegaba hasta Portugal, aunque hay quien, "más cauto, piensa que no más que hasta la laguna de Gredos". Por último, hemos de citar la existencia también de una ermita dedicada a San Miguel.
Desconocemos si existen o no más huellas del pasado que pudieran darnos alguna pista en cuanto a un posible pasado sagrado como monte, pero ahí dejamos constancia de todos estos elementos aglutinados en un mismo lugar que bien pudieran constituir pistas en esa dirección a falta, claro está, de verdaderas pruebas en forma de santuarios rupestres y otras manifestaciones que no sean estos magníficos toros que parecen custodiar eternamente al monte piramidal que les da nombre.

martes, 27 de diciembre de 2011

La estructura rupestre del Monte do Señoriño, Santa Mariña de Augas Santas-Allariz

En este año que ya acaba, un vecino de Armea, parroquia también de Allariz, halló por casualidad una curiosa estructura rupestre en Santa Mariña de Augas Santas que parece asemejarse a otras rocas destinadas al culto ritual tanto en épocas prerromana y romana. De confirmarse dicha funcionalidad sería la primera estructura rupestre sagrada galaica o galaicorromana hallada en territorio de la actual Galicia, pues los otros santuarios rupestres galaicos conocidos se encuentran en territorio portugués. En junio se inició un estudio a cargo del arqueólogo Adolfo Fernández a través del cual se pretende descubrir su verdadero uso. Estaremos al tanto de los resultados.

















Fuente: farodevigo.es, Miércoles 22 de junio de 2011

...lo que el equipo de Fernández –compuesto además por cinco personas, cuatro arqueólogos y un conservador– va a prospectar [...] podría tratarse de un santuario prerromano aunque Fernández se muestra "cauto" al respecto y no aventurará hipótesis hasta que finalicen los trabajos. Incluso entonces, dice, puede que tampoco se puedan realizar afirmaciones tan tajantes. No obstante, admite que el descubrimiento "levantó mucha polvareda" por las similitudes de los restos con estructuras prerromanas del Norte de Portugal que sí se han considerado como santuarios, como la de Fraga de Panóias, en Vila Real. "De ser un santuario prerromano, sería el primero en estar en el actual territorio gallego", explica, "y sería una novedad muy importante para la arqueología gallega, porque no se conoce mucho sobre religión y hallar un lugar de culto serviría para aclarar aspectos religiosos, de los que no se conoce mucho". Sí se sabe, por los ya conocidos, como el de Panóias, que en ellos se realizaban rituales de ofrendas a los dioses. "Como funciona a día de hoy Os Milagres o Fátima, donde la gente va a pedir cosas", señala.El que se atreve a formularlas, aunque también "con cautela" y "desde la humildad", es Manuel Gago, autor del blog "Capítulo cero". El también director del portal culturagalega.org y primer divulgador del descubrimiento realizado por el vecino Manuel Losada a través de su blog, uno de los más leídos de Galicia, opina que su funcionalidad parece aludir a un santuario galaicorromano y como pista alude a la "monumentalización de las piedras" que, al menos, sigue dos alturas, con las escaleras que conducen a ellas. Eso sin contar con que el topónimo del lugar, Monte do Señoriño, podría aludir a las culturas castrexas porque, explica, "señoriño" es "otra forma de llamar a los mouros", una palabra que en Galicia aparece en ocasiones ligada a castros, túmulos o, en general, a ruinas de piedra.

jueves, 22 de diciembre de 2011

El Templo de Augusto, Barcelona

Hoy traemos un curioso caso de sincretismo arquitectónico. En el patio interior de un palacio renacentista, justo detrás del ábside de la catedral de Barcelona, han sobrevivido los restos del Templo romano de César Augusto en lo que fue el foro de la antigua Barcino, en el conocido como Mons Taber. Aprovechando nuestra visita a Barcelona, para dejar constancia de esta oculta joya arqueológica y arquitectónica, haremos un repaso a su historia diciendo que la antigua Barcino fue fundada por Amílcar Barca, aunque con anterioridad a su llegada hay que decir que existían dos núcleos layetanos -Barkeno y Laiesken en Montjuïc- y un pequeño núcleo heleno conocido como Kallípolis -ciudad bella-, del que se desconoce su localización exacta, además de restos de finales del Neolítico y principios del Calcolítico.

Tengan ustedes un feliz solsticio.


















*Fuente: Wikipedia

El templo de Barcino estaba dedicado a Augusto, primer emperador y fundador de la Barcino romana. Fue construido pocos años después de la fundación de la ciudad, probablemente a principios del siglo I d. C. Era un edificio de planta rectangular, sobre podium, hexástilo y períptero, de unos 35 metros de largo por 17,5 de ancho, unas dimensiones considerables para la ciudad. Entre la columnata de orden corintio se situaba la cella, un habitáculo que contenía la imagen o escultura del emperador Augusto, accesible desde el foro. Las ceremonias no se hacían en el interior del templo sino en el exterior, en el mismo forum, hacia la fachada principal del templo. Parece que, además del Templo de Augusto, el conjunto estaba presidido por uno o dos templos menores más.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Tholos de La Zarcita, Santa Bárbara de Casa

No lejos de la Sierra de Aracena, en la comarca de El Andévalo o El Campo de Andévalo, se encuentra el municipio de Santa Bárbara de Casa, muy rico en testimonios arqueológicos. De entre ellos hay que citar, además del poblado neolítico fortificado de El Cabezo de los Vientos, cuatro construcciones megalíticas circulares de enterramiento del Calcolítico -o tholos- destacando el conocido como La Zarcita o Cabezo del Tesoro. Los otros tres tholos son El Cabezo del Molino, El Cabezo de la Suerte del Bizco y El Charco del Toro. Pero nuestro principal protagonista de hoy, a pesar de que en el título de la entrada hemos querido dejar constancia del conjunto de megalitos existentes en este lugar, es el de La Zarcita o Cabezo del Tesoro.

















En este tholo se halló una especie de recipiente rectangular en el que existen unos signos que la Dra. Ana Vázquez Hoys ha interpretado como caracteres de un antiguo sistema de escritura. De ser cierto, estaríamos ante un hallazgo que retrotraería el inicio de la escritura en la Península Ibérica al menos dos milenios, del I al III Milenio a. C., con lo que quizás no fuera tan descabellada, como en un inicio pudiera parecer, la afirmación de Estrabón en la que decía que turdetanos -o túrdulos, pues para él eran lo mismo, cosa que no ocurre con otros autores- tenían poemas y leyes en verso de 6000 años, pues con el uso de una hipotética escritura, llamada Huelva B por Vázquez Hoys en relación a los signos del recipiente o Navecilla de La Zarcita, podrían haber transmitido más fácilmente dicho bagaje cultural que no únicamente usando la tradición oral. También se baraja la posibilidad de que este objeto pudiera ser de importación y, por tanto, no autóctono. Sea una cosa u otra, ojalá esa nueva línea de investigación depare en un futuro cercano agradables sorpresas en cuanto a un mayor conocimiento del pasado ibérico y sobre el origen de la escritura.
















El Recipiente o Navecilla de La Zarcita, en primer plano, junto a otros objetos del yacimiento, Museo de Huelva

lunes, 19 de diciembre de 2011

El Altar Rupestre de La Atalaya, El Tejado de Béjar

Hoy volvemos a una zona rica en este tipo de testimonios, pues son muy abundantes los roquedales de granito con huellas de antiguos moradores en lo que fue territorio vetón. Además retornamos al Cerro del Berrueco, de muy rica arqueología, para dejar constancia de nuestro protagonista de hoy, del que todo parece indicar que fue un antiguo altar rupestre, pues resulta muy complicado encontrar un significado funcional a las huellas humanas que en él se encuentran en forma de peldaños y piletas y que tanto nos recuerdan a otros altares rupestres, unos cuantos de ellos bastante cercanos a éste. El lugar es conocido como La Atalaya, una elevación de forma más o menos piramidal que se eleva al sureste del Cerro del Berrueco.


















*Fuente: J. Francisco Fabián García

...se encuentra dentro del complejo arqueológico del Cerro del Berrueco, suficientemente conocido en la bibliografía desde principios del s. XX. Dentro de una superficie de 8,7 km², presidida por una elevación principal – El Berrueco – y otra menor y adyacente – El Berroquillo – se conocen repartidos por diferentes puntos un total de 8 yacimientos arqueológicos de entidad, cuya cronología va desde el final del Paleolítico Superior hasta la época tardorromana y visigoda.Uno de esos lugares donde se encuentra cerámica fragmentada en cantidad aceptable, sin que se pueda decir nada muy seguro, es La Atalaya, una elevación de forma cónica que se alza en la ladera sureste del Berrueco, en la transición hacia las mesetasque la rodean. Constituye La Atalaya, como es común a todo el Cerro del Berrueco, una amalgama de bloques graníticos apiñados de todos los tamaños, que dan al paisaje una singularidad muy especial, constituyendo una elevación muy evidente desde el SEy el sur, dominando visualmente – como su nombre bien indica – todo el entorno, desde una diferencia de altitud de unos 230 m aproximadamente. La Atalaya culmina en una gran ›bola‹ granítica, destacada y evidente, que se eleva entre 10 y 15 m dependiendo del punto desde donde se mida. Inmediata, al lado de su base por el sur y de alguna manera protegido por la gran roca culminante, está el altar rupestre. Lo constituyen tres elementos: una roca con escaleras talladas, un abrigo yuna roca con cazoletas, los tres independientes pero inmediatos y formando un conjunto por su proximidad.[...]Interpretar este lugar resulta obviamente difícil. Si podemos considerarlo relacionado con la ritualidad, no es por otra cosa que porque no se le advierte ninguna posibilidad funcional, básica y cotidiana. Por otro lado, en el punto en que está enclavado, poco o nada puede hacerse dentro de las actividades habituales relacionadas con la producción o transformación de materias primas, sobre las que una de las primeras dificultades, en el caso de haber sido así, hubiera sido llegar hasta el sitio por el lado más fácil, desde el noroeste, teniendo que portar el tipo de elemento o materia a manipular, ya que una roca tapona el paso cómodo hasta el altar.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Santuario de La Escuera, San Fulgencio

En las proximidades de la desembocadura del río Segura, en su margen izquierdo, en los años sesenta del siglo pasado la arqueóloga Solveig Nordström -incansable luchadora en favor del patrimonio histórico levantino- halló, en el Yacimiento arqueológico de La Escuera, los restos de lo que se ha interpretado como un santuario púnico-íbero, el Santuario de La Escuera. Hoy en día dicho santuario de 300 metros cuadrados se sigue excavando, habiéndose descubierto que éste estaba unido a la calle principal de lo que fue el poblado, justo la que va a la puerta de la muralla. Dicho asentamiento posiblemente fue un enclave comercial, un puerto de entrada, que pudo ser abandonado tras la conquista romana, pues quedó fuera de las rutas comerciales en favor del puerto de Santa Pola. Todo esto se sabe por la gran presencia de cerámica importada y las marcas de rodadas realizadas por carros de mercancías, posiblemente muy pesados, en lo que fue el acceso al poblado.


















*Fuente: Ritos de armas en la Edad del Hierro. María del Mar Gabaldón Martínez

El yacimiento de La Escuera se encuentra en lo que fue en la Antigüedad una pequeña ladera de un monte a una altura entre 11 y 14 metros sobre el nivel del mar, dominando la orilla izquierda de la desembocadura del Segura. En las excavaciones que se llevaron a cabo en 1960, la excavadora, la arqueóloga sueca Solveig Nordström, halló en la parte baja del poblado, en el denominado Bancal B, un conjunto de departamentos que fue interpretado como un lugar de culto. Esta interesante construcción, próxima a la muralla meridional del poblado, está formada por varios departamentos o ambientes que configuran un edificio, o mejor varios edificios, que forman un conjunto de planta rectangular, orientado en dirección norte-sur.En este conjunto se ha documentado una especie de patio o pórtico con basas de pilastras (ambiente f), y entre los materiales hay que destacar los vasos cerámicos para el ritual (vajilla geminada), restos de animales y de ceniza, cerámica polícroma, ática y de barniz negro, etc. En uno de los departamentos (el d) se halló una pequeña hornacina de piedra con una columnita en el centro, que ha sido interpretada recientemente como un betilo. Por su parte, en el ambiente e, abierto en la parte sudeste del edificio, se hallaron algunos fragmentos cerámicos, una placa de hebilla de bronce, una punta de lanza y abundantes escorias de hierro, así como restos de caracoles y cenizas y huesos de animales.Por otra parte, en las excavaciones de S. Nordström, en el departamento h (quizá una calle) de este conjunto se halló entre otros objetos un "mango, que parece de espada". El edificio, que se ha fechado entre los siglos IV y III a. C., presenta algunas semejanzas con el santuario púnico de Kerkouane.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Tholos do Caladinho, Redondo

Hoy nos acercamos a El Alentejo para continuar con testimonios rupestres, o más bien megalíticos. El Tholos do Caladinho es un monumento funerario calcolítico con una cámara de planta circular de 4 metros de diámetro.
Este túmulo sufrió hace unos años un acto vandálico, aunque afortunadamente no fue expoliado en su totalidad, con lo que a través de una intervención realizada posteriormente en los años 2006 y 2007 se halló un importante conjunto cerámico además de distintas piezas líticas.

















Son muy abundantes los testimonios de este tipo en esta región ibérica -ya dejamos constancia por aquí de alguno de ellos-, con lo que repetiremos visita en más de una ocasión.

martes, 13 de diciembre de 2011

Petroglifo de Outeiro de Campelos, Caamaño-Porto do Son

Hoy volvemos a una tierra muy abundante en manifestaciones cultuales de todo tipo y, en concreto, de gran abundancia en petroglifos. El Petroglifo de Outeiro de Campelos en la parroquia de Caamaño, dentro del municipio de Puerto del Son, fue recientemente descubierto por J. Guitián Castromil y X. Guitián Rivera en el año 2000 y es muy poca la información que hemos encontrado al respecto. Así que como siempre, en estos casos, agradeceríamos cualquier tipo de información que se nos diera al respecto. El animal representado en estos petroglifos es el ciervo, así que traemos hoy como fuente las palabras que Alfredo García Alén y Antonio de la Peña Santos, recogidas por Javier Torres en su blog oestrymnio.blogspot.com, dedican a la representación de este animal en los petroglifos gallegos.

















*Fuente: oestrymnio.blogspot.com

Los cérvidos, representados en todas sus edades y sexos, bien sea en solitario o junto a otros ciervos en conductas de apareamiento o de cuidado de la prole, y en escenas de caza, aparecen en cerca del diecinueve por ciento de los grupos. El ciervo es un motivo de claro simbolismo mágico por su nobleza, la dificultad de cazarlo y su combatividad en período de celo.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Megalitos de Cornudella, Cornudella de Baliera-Arén

Hoy nos acercamos a la comarca de La Ribagorza para adentrarnos en un profundo robledal que esconde un interesante conjunto de megalitos en un paraje de gran belleza y singularidad. En concreto nos encontramos con dos dólmenes y un menhir. Los dólmenes son conocidos como Cabaneta del Fornó y Cabaneta del Trancat de Dalt; el menhir -o supuesto menhir- algunos creen que pudo formar parte de un tercer dólmen del que sólo quedaría dicha piedra.
Tratando de buscar un significado a estas construcciones prehistóricas, se pueden tener en cuenta las palabras del antropólogo Ricardo Mur, de las que hemos tenido conocimiento a través de la página web Arquivoltas, dedicada al Románico: ...también nuestras iglesias románicas son materialmente lo mismo que los dólmenes: piedras sabiamente dispuestas y huesos en su interior. Si concedemos la intencionalidad religiosa y la espiritualidad a estas, ¿Por qué negar a aquellos un posible uso de liturgia espiritual de nuestros remotos antepasados?















*Fuente: pirineos.com

En los bosques de robles de Cornudella de Baliera se encuentra un conjunto de dólmenes testimonio de la historia del hombre en Ribagorza. Ocultos en medio de un tupido bosque se hallan los restos de unos monumentos funerarios de inhumación colectiva, unos dólmenes que en su origen estuvieron cubiertos con tierra. El espacio que queda entre ellos está ocupado como cámaras de enterramiento y en el centro pueden contemplarse algunas interesantes piezas arqueológicas de este yacimiento. Los dólmenes son de pequeño tamaño y de planta rectangular y muchos tienen en la entrada una losa más pequeña que el resto y que sirve para obstruir parcialmente el acceso. Por su situación, corresponderían a comunidades de economía predominantemente pastoril y su origen podría situarse en los periodos del Eneolítico y Neolítico, aproximadamente a partir del 5.000 antes de Cristo.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Altar fenicio de Caura, Coria del Río

Hace menos de un mes ya estuvimos en la antigua ciudad de Caura, donde población tartésica y púnica convivieron en un mismo espacio urbano. Nuestra anterior visita fue para dar cuenta de un santuario fenicio en el conocido como cerro de San Juan, en la ciudad de Coria del Río; hoy volvemos para mencionar la presentación, en el Museo Arqueológico de Sevilla, de un altar de manufactura fenicia recientemente restaurado. Éste se halló en 1997, en el mismo casco urbano de Coria del Río, y ha sido fechado en el siglo VII a. C. Tras su análisis, se ha llegado a la conclusión de que los sacrificios de animales no se realizaban sobre el mismo, ni tampoco su posterior asado o incineración, al no haberse hallado microcarbones que pudieran constituir una prueba en dicha dirección, por lo que se entiende que se ofrecerían a la divinidad -el dios Baal- en el altar ya asados y probablemente en bandejas metálicas.










*Fuente: Agencia Efe, 01/diciembre/2011

Arqueólogos, biólogos, botánicos y restauradores del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) han extraído información de un altar fenicio del siglo VII antes de Cristo, hallado en Coria del Río (Sevilla), como si fuese "una caja negra" que ha conservado restos biológicos durante 2.700 años.Los restos hallados en la tierra arcillosa prensada con la que se construyó este altar de 90 centímetros de largo por 60 de ancho y 45 de altura y casi media tonelada de peso ha revelado que los rituales fenicios efectuados por los tartesios incluían la incineración de vísceras de caprinos, empleando maderas de encinas, alcornoques, chaparros, olivos y jaras.[...] El director general de Museos de Andalucía, Miguel Castellano, ha señalado que aunque el altar carezca de "monumentalidad, estética o belleza" es un hallazgo importante por la información que ha propiciado sobre los ritos al dios Baal y la información aportada sobre la cultura tartesia y fenicia.La directora del Museo Arqueológico de Sevilla, Concepción Sanmartín, ha expresado la emoción que le produce esta pieza ahora restaurada y que se mostrará en el Arqueológico de Sevilla, en una nueva sala dedicada al Tesoro del Carambolo y la cultura tartésica.También que las vísceras y carne de animales se ofrecían ya asadas, probablemente en bandejas metálicas, ya que no se han hallado microcarbones, lo que elimina la posibilidad de combustión sobre el altar.Hallazgos como el de este altar demuestra, según Sanmartín, que los fenicios y la población autóctona convivían también en el interior de la Península y no solo en las costas, como se pensó durante años.Tras cinco o seis generaciones de convivencia, como han demostrado otras investigaciones sobre cerámicas y orfebrería, Sanmartín ha señalado que quizás habría que hablar sólo de tartesios, por la integración de los fenicios.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Pinturas rupestres de la Cueva de La Garma, Omoño-Ribamontán al Monte

Muy cerca de la famosa Cueva de Altamira, encontramos la Cueva de La Garma, donde hace escasos días se ha publicado un curioso descubrimiento que ha doblado, prácticamente, la antigüedad estimada de las pinturas existentes en la misma. Una estalagmita ha sido el elemento crucial para llegar a esta conclusión que dejaría de encuadrar estas pinturas en el Magdaleniense y lo haría en el Gravetiense, lo que supone un importante cambio en la visión que se tenía con respecto a este periodo considerado como mucho más primitivo de lo que estas pinturas parecen decirnos. Esto demuestra, una vez más, que es mucho lo que se desconoce aún sobre estos lejanos periodos y manifestaciones de la Prehistoria y que, seguramente, la ciencia está únicamente manejando las primeras piezas de un complejo puzle.













Monte La Garma, donde se halla la cueva bajo la visera blanca que se aprecia en la fotografía


*Fuente: Teodoro San José, El Diario Montañés

Los artistas rupestres que mostraron su inspiración sobre las paredes de la cueva de La Garma (Omoño, Ribamontán al Monte) frecuentaron aquella cavidad muchos miles de años antes de lo que venía señalándose en los libros de Historia. Se aceptaba que las pinturas eran coetáneas a las de Altamira, realizadas algo así como hace unos 15.000 años, pero las últimas investigaciones científicas han doblado la antigüedad. Ahora se tiene la certeza de que algunas imágenes de La Garma datan de hace entre 25.000 y 30.000 años. Y si se sabe es gracias a una minúscula estalagmita. O también estalactita, pues no crece en el suelo o en el techo, sino que surge sobre la pared.[...]La Garma tiene inventariadas más de medio millar de pinturas y grabados paleolíticos, sobre todo de animales, desde bisontes o caballos a uros o toros salvajes y ciervos, aunque también aparece el hombre, manos y signos primitivos. Pertenecen a distintos autores y periodos, si bien el reloj cronológico de los investigadores se había parado al fijar una antigüedad estimada de unos 15.000 años, la misma que para los artistas que pintaron Altamira. «Había cierto despiste en cuanto a su datación, pero el Magdaleniense era el límite aceptado para las pinturas de La Garma», indica Arias (Pablo Arias, catedrático de Prehistoria y uno de los directores de las excavaciones en aquella cavidad). «Ahora la medición geofísica es más precisa y se demuestra que pertenecen al estilo Gravetiense». Vamos, que se realizaron unos 150 siglos antes. Más o menos.
De modo que aquellos artistas rupestres que dieron rienda suelta a sus creencias o a sus inquietudes artísticas y pintaron aquel conjunto con un uro y dos cabras sobre un panel de roca dentro de La Garma lo hicieron hace unos 30.000 años. «Esa datación y esos grabados, su expresión gráfica, dicen más del pensamiento individual y de la complejidad social y de pensamiento de las comunidades de entonces», a la que hasta ahora se la consideraba más primitiva. «Ayuda a dar otra imagen de cómo pensaban y se organizaban en esas sociedades», sostiene Arias.

jueves, 1 de diciembre de 2011

El templo íbero de La Alcudia, Elche

Hoy nos acercamos de nuevo a la antigua Contestania, a un yacimiento donde se halló en el siglo XIX la más famosa escultura ibérica del mundo antiguo: La Dama de Elche. Pero nuestro protagonista de hoy no es este fabuloso busto, que ha pasado ya a formar parte de la Historia Universal con mayúsculas, sino el templo íbero hallado en el mismo yacimiento, en lo que fue la antigua Ilici; y no porque no merezca la pena dedicarle una entrada a la más grande, en importancia, de las esculturas de la Antigüedad de la vieja Iberia, sino porque ya es más que conocida y hay numerosísimas referencias a la misma en la bibliografía y en la red de redes, por lo que entendemos que era también importante dejar constancia de la existencia de este templo, mucho más desconocido, y de paso acercarnos al importante yacimiento arqueológico de La Alcudia de Elche.
Como elementos constructivos y de uso ritual en el mismo hay que destacar la mesa de ofrendas y una cámara subtérranea, además de distintos testimonios iconográficos. Para finalizar nuestra presentación, diremos que se han documentados dos estratos que nos indican dos fases distintas en el uso cultual de este edificio.

















*Fuente: "Vestigios cultuales en el templo ibérico de La Alcudia (Elche, Alicante)", Rafael Ramos Fernández

El ara que constituye la mesa de ofrendas ocupa el centro de este edificio. Está construida con piedras acopladas, y conserva el testimonio de su revestimiento de enlucido de cal, de 3 milímetros de grosor, aplicado sobre barro y pintado de rojo. Constituye una plataforma que se alza 0,60 metros sobre el pavimento y que, como pudo apreciarse tras su seccionamiento, estaba integrada por cinco hiladas o capas de piedras. [...] En una de ellas se instaló una gran piedra de río, sin pulir, que puede vincularse a la masseba que aparece en las fuentes bíblicas y medio orientales; y también allí, en la segunda fase se se encontró una terracota de la diosa, del tipo que suele denominarse de Tanit.
La cámara subterránea: [...] Parece evidente que la cámara subterránea pudo desempeñar la función de "pozo de los misterios", es decir de lugar inferior en el que depositar ofrendas y lugar para efectuar determinadas teatralizaciones tendentes a la repetición imaginativa de los actos de las divinidades. La sustitución de la capilla anterior por esa cámara subterránea evoca, si se accede al pensamiento de su época, la idea de la realización de representaciones alusivas al descenso de la diosa al seno de la tierra y a su posterior epifanía. Ese descenso a las entras de la tierra se relaciona con evidencia con la ubicación de las cuevas sagradas en las que los iberos practicaron acciones cultuales de carácter ctonio en los recintos más profundos de ellas, lo que en cierta forma es relacionable con las cámaras subterráneas de la diosa que citan textos relativos a ese tipo de ritos en áreas geográficas comunicadas con la ibérica, que además ofrecen representaciones plásticas que enlazan con las ilicitanas.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Templo tartésico de El Convento de la Campiña, Montemayor-La Rambla

Hoy nos acercamos a lo que fue territorio de la primera civilización ibérica conocida, la antigua Tartesos. En concreto, entre los municipios cordobeses de Montemayor y La Rambla hace dos años salió a la luz pública la existencia de una edificación cuya interpretación le ha otorgado un carácter sacro en el yacimiento arqueológico de El convento de la Campiña. Su gran antigüedad -ha sido fechado en el siglo VII a. C.- lo sitúa entre el periodo propiamente tartésico y el íbero de los que luego fueron conocidos como turdetanos. En el mismo destaca la existencia de un pozo excavado en la roca.

















*Fuente: diariocordoba.com

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado hoy la inscripción del yacimiento de El Convento, localizado entre los municipios cordobeses de Montemayor y La Rambla, en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Zona Arqueológica. La Junta ha informado en un comunicado de que en este enclave protohistórico se conservan los restos de un edificio de culto del siglo VII A.C. del final de la cultura tartésica y principios de la íbera, descubierto durante las intervenciones arqueológica previas a la construcción de la autovía Córdoba-Málaga. Situada en una zona de la campiña, la edificación es de planta rectangular, se apoya directamente en la roca sin ningún tipo de cimentación y cuenta con una escalinata de acceso y con muros perimetrales de adobe revestido de cal y pigmentos rojos, en los que se abren vanos para la iluminación y ventilación. Su interior alberga un pozo excavado en la roca y colmatado por diversos materiales, entre ellos escorias de metal, restos de cerámica y un pequeño fragmento de cráneo humano.
Para preservar el edificio y evitar su destrucción, todo el conjunto se selló y cubrió intencionadamente con un túmulo de depósitos de arcilla de la zona, cal y arenas. La zona arqueológica delimitada ocupa una extensión aproximada de 1.600 metros cuadrados, a la que se añade un entorno de protección de una hectárea que engloba el camino de acceso al yacimiento.

martes, 29 de noviembre de 2011

La Cova dels Pilars, Agres

Al norte del Parque Natural de la Serra de Mariola encontramos esta antigua cueva-santuario del mundo íbero. La iconografía de un vaso de estilo ático encontrado en la misma ha hecho llegar a la conclusión de que estamos ante un lugar de culto dedicado al tránsito de la edad infantil a la adolescente o adulta del ser humano. Justo en la ladera de enfrente se hallan los restos del poblado de la Covalta, lo que hace conectar este santuario con dicho poblamiento.

















*Fuente: "Paisajes sagrados del área central de la Contestania ibérica", Ignacio Grau Mira

La Cova dels Pilars es una cavidad compuesta por una estrecha obertura y una amplia sala dividida por una colada estalagmítica central a modo de columna. Explorada de antiguo y en los años 70 del siglo pasado, ha proporcionado un valioso repertorio material en el que destaca un ánfora ática de figura rojas de mediados del siglo V a. C. y más de un centenar de ollas de cerámica ibérica de cocina, así como otras piezas como vajilla importada, fina ibérica y aretes de bronce. El análisis de estas evidencias, principalmente el estudio iconográfico del excepcional vaso ático, han llevado a suponer que se trata de un espacio de culto en el que se desarrollarían rituales de tránsito de edad por parte de los adolescentes del lugar que legitimarían ante la divinidad del lugar su posición preeminente en el seno del grupo ibérico. Enmarcado en sus coordenadas temporales, habría que situar el origen de la actividad ritual de Els Pilars hacia fines de época ibérica antigua, en los momentos que se gestaban los procesos sociopolíticos de cohesión de las élites y geopolíticos de formación del territorio ibérico.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Necrópolis ibérica del Corral de Saus, Moixent

La necrópolis del Corral de Saus se encuentra en el valle de río Cànyoles, en la comarca de La Costera. Seguramente sea la necrópolis del conocido y cercano poblado íbero de la Bastida de les Alcusses, aquél en el que apareció la famosa figura de bronce conocida como El guerro de Mogente, una especie de exvoto que representa a un guerrero íbero montado a caballo. Estos días la necrópolis está de actualidad pues se ha descubierto un horno industrial de producción de cal, seguramente del I milenio a. C., donde se esperaba hallar un monumento funerario. Pero nuestro tema de hoy es hacernos eco sobre todo de la singularidad que en esta necrópolis se da, no en cuanto a que hayan sido documentados tanto el período arcaico como el orientalizante, sino por como se desmontan y se mutilan monumentos del primer período para construir los del segundo, algo muy particular de esta necrópolis íbera.
















Horno industrial descubierto recientemente en la Necrópolis del Corral de Saus


*Fuente: Folleto publicado por la Comunidad Valenciana

Esta necrópolis es básica para el conocimiento del período orientalizante o arcaico de la Cultura Ibérica. Con los restos encontrados se demuestra que a principios del Siglo IV a. C. todo el mundo representado por los animales fantásticos y exóticos extraños al propio mundo indígena, se vino abajo, y cómo en las tumbas cuadrangulares, con gradas o sin ellas, se emplea trozos de sus monumentos previamente desmontados, escuadrados, corazados y cercenados o mutilados en su caso. Se trata, pues, de una necrópolis única y singular.El monumento de estructura funeraria que podemos hallar en el Corral de Saus es el conocido por el de tipo pilar-estela, cuya principal característica es la de estar compuesto por un basamento escalonado, pilar, capitel y un remate escultórico zoomorfo (toros, leones, ciervas, esfinges y sirenas). Del análisis de los restos arquitectónicos y escultóricos procedentes de los pilares-estela, destaca el capitel de gola decorada con las "damitas", con granadas y adormideras características de la cultura ibérica y la iconografía mediterránea. [...] El rito funerario de los íberos era el de la incineración o cremación del fallecido junto con sus pertenencias sobre una pira de troncos, en un lugar destinado a este fin. Posteriormente se recogían las cenizas y se introducían en una cerámica, la cual, a su vez, se enterraba en un hoyo. Alrededor acompañaban al difunto diversos enseres para su viaje al más allá (vasijas cerámicas de distintos tipos, armas, adornos personales, alimentos, etc.). Todo este conjunto de urna y ajuar era cubierto de distintas maneras, según su categoría social un simple túmulo de tierra, un encachado de piedras, una estructura piramidal rematada con alguna escultura), y de todos estos tipos hallamos ejemplos en el Corral de Saus.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sacrificios en Segóbriga, Saelices

Hoy volvemos a Segóbriga, la antigua ciudad celtibérico-romana que ya visitamos para dejar constancia de su interesante santuario doméstico dedicado a Zeus. La caput Celtiberiae, como la denominó Plinio, seguramente no sea hoy la última vez que aparezca en este blog, pues son más las sorpresas que nos depara en relación a vestigios propios de la temática de esta página. Hoy volvemos a tratar sobre los sacrificios, aquellas prácticas colectivas y rituales de la Antigüedad, pues Sexto Julio Frontino nos cuenta que Viriato tomó esta ciudad, como cometido de su lucha contra la dominación romana, cuando los segobricenses celebraban uno de estos rituales, con lo que aprovechó un momento de celebración para encontrar más vulnerable la toma de este enclave, tributario ya de Roma por aquel entonces. Pero dejemos que sea el gran investigador José María Blázquez quien nos cuente.

















*Fuente: "La religiosidad de los pueblos hispanos vista por los autores griegos y latinos", José María Blázquez

Se sabe que las ciudades, en fechas determinadas del año, celebraban sacrificios especiales colectivos. Viriato cayó sobre los segobricenses cuando celebraban una de estas ceremonias (Frontino, III II, 4). Este hecho sucedió en Segóbriga, cerca de Saelices, en la provincia de Cuenca, en el año 145 a. de C. No se conoce más que la existencia de estos sacrificios colectivos, ignorándose el rito y las particularidades.Probablemente los sacrificios colectivos iban precedidos de comidas, como entre los germanos.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Los petroglifos y laberintos de la Maragatería, Lucillo

En esta emblemática comarca, a los pies del sagrado Teleno, encontramos un importante núcleo de petroglifos que rivalizan con los más famosos de las Rías Baixas, siendo hasta el momento bastante más desconocidos. Pero, lo más característico, es el gran número de laberintos representados en estas antiguas piedras sagradas del Neolítico de la Maragatería, identidad figurativa no muy común entre estas representaciones, no siendo muchos los ejemplos existentes, por ejemplo, en el abundante núcleo gallego en petroglifos, donde apenas se pueden contar unos pocos entre los que destaca el de Mogor, del que ya dimos cuenta por aquí hace dos años. Así, este aspecto es el que más ha asombrado a los investigadores y amantes de lo concerniente a estas representaciones de la Prehistoria. Hoy traemos las explicaciones que, hace escasos días, realizó en un programa de radio un gran aficionado y estudioso, además de divulgador, de estos ya conocidos como Petroglifos de la Maragatería.

















*Fuente: Juan Carlos Campos; intervención en el programa radiofónico Ser Historia - 6 de noviembre de 2011

Han sido encuadrados dentro de las primeras sociedades agricultoras, nos iríamos al inicio de la Edad de los metales, al Calcolítico, por lo que tendrían, aproximadamente, unos cuatro mil años de antigüedad. En toda Castilla León, no sólo en la Maragatería y León, apenas hay petroglifos históricos al uso de los que tanto se encuentran en Galicia. Ha llamado la atención bastante el hecho de que aparezcan por aquí doscientos kilómetros tierra dentro del núcleo principal de los petroglifos que sería las Rías Bajas, la parte de Pontevedra y demás. Dentro de la novedad de lo que es encontrar petroglifos en esta zona, después nos vamos a los motivos representados y también son singulares porque, por ejemplo, en Galicia hay miles de petroglifos en los que aparecen figuras humanas -antropomorfos-, zoomorfos -sobre todo ciervos-, escenas de monta, puñales, escenas de casa y sólo aparecen cinco o seis laberintos en todo el arte rupestre gallego, por lo que es un símbolo muy escaso. Los laberintos de la Maragatería son, por lo menos, mil años más antiguos que el famosos laberinto grabados en la Tablilla de Pilo, por lo que, más que decir que la Maragatería podría ser la cuna del laberinto, yo sumaría fuerzas con Galicia y diría que el noroeste peninsular sería la cuna de la representación del laberinto mientras nuevos descubrimientos no digan lo contrario. No hay en el mundo una zona donde se puedan ver tantos laberintos juntos como en esta zona, con lo que si imagináramos un posible templo en el mundo sobre esta representación, este estaría en este pequeño rincón de Maragatería.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Santuario fenicio de Caura - Cerro de San Juan, Coria del Río

Con el enclave que hoy traemos queda patente esa, aparentemente, pacífica relación que se dio entre la población autóctona y la púnica en la primera mitad del I. milenio a. C. En Coria del Río, la antigua Caura citada por Plinio y situada en el conocido actualmente como Cerro de San Juan, se documentó un barrio fenicio articulado alrededor de un santuario que es nuestro protagonista en esta fecha de curiosa coincidencia numerológica dentro del calendario que rige por esta parte del mundo. Este templo estaba consagrado a Baal Safón, protector de los navegantes, cuya actividad estaba tan desarrollada dentro de este pueblo originario del oriente mediterráneo y que les trajo tan amplia prosperidad a través del comercio marítimo, constituyéndose en los más importantes comerciantes de Occidente en este periodo. Tal y como se dice en la fuente que hoy traemos, en aquellos tiempos, la antigua Coria se encontraba prácticamente en la desembocadura del Guadalquivir, estando hoy a unos 70 kilómetros de la misma.

















Coria del Río

*Fuente: Centro de Estudios Fenicios y Púnicos

Caura (Coria del Río), Sevilla. Topónimo de raíz indoeuropea relacionado con el significado de lugar prominente y citada por Plinio, nat. 3.11. entre los oppida del conventus Hispalensis. Aunque hoy dista unos 70 km. del mar, el asentamiento se situó en lo que fue en época protohistórica la desembocadura del Guadalquivir. Durante la primera mitad del I milenio a. C. en un sector del poblado tartésico, se asentó una pequeña comunidad fenicia, lo que acabó por conferirle al lugar un carácter plenamente urbano. Esos colonos construyeron un barrio de casas inspiradas en modelos orientales, que se dispusieron en damero en torno a un santuario consagrado a Baal Safón en calidad de divinidad protectora de los navegantes. El templo fue levantado al menos cinco veces entre los siglos VIII y VI a. C., pero no parece que tuviera uso como recinto sagrado en la fase turdetana de la ciudad. A la luz de estos datos, una lectura reciente ha permitido proponer la identificación del Cerro de San Juan con el Cassius mons citado por Avieno. La ciudad jugó un importante papel en los intereses comerciales fenicios y en el diseño de la ocupación colonial del paleoestuario del Guadalquivir, de manera que no se comprende del todo su relevancia estratégica en el ámbito fluvial y marítimo si no se inserta en el conjunto de sitios que, como El Carambolo o la propia Hispalis, estuvieron íntimamente vinculados a la presencia oriental. Dispuso de ceca propia en el s. II a. C.

jueves, 10 de noviembre de 2011

El Dólmen del Prado de las Cruces, Bernuy Salinero

A pocos kilómetros de Ávila, en el municipio de Bernuy Salinero, se encuentra el Dólmen del Prado de las Cruces. Éste, cuando fue excavado, no se encontraba en un buen estado de conservación; muchos de estos dólmenes han sido desmantelados a los largo de los siglos y milenios, con lo que son muy pocos los que han llegado de una manera más o menos íntegra hasta nosotros. Con el Dólmen del Prado de las Cruces, además de dejar constancia de él en esta página -en una zona como el centro peninsular en el que no son demasiado abundantes los testimonios que han llegado hasta nuestros días-, queremos centrarnos en el uso ritual que se hizo de estos monumentos durante largos periodos de tiempo que abarcaban no sólo siglos, sino milenios, como es el caso de este dolmen. En él, y en sus alrededores, se han hallado ajuares pertenecientes a distintos periodos que van desde el Neolítico a la Edad del Bronce.


















*Fuente: José María Pita, territorioveton.com:

Ocupado entre el cuarto y el segundo milenio (A.C.), el dólmen del Prado de Las Cruces es un dolmen de corredor, con entrada orientada al este. La cámara circular tiene un diámetro aproximdao de 3,5 m y la longitud de la galería es de 4,3 m. En la excavación llevada a cabo por el citado Fabián, aparecieron ajuares que testimonian una larga ocupación a lo largo de los siglos, tanto por la variedad de los objetos, como por haber sido encontrados fuera del sitio apropiado, o sea removidos al desocupar y realojar el dólmen con nuevos enterramientos. Entre los objetos encontrados, hoy depositados en el Museo de Ávila, hay abundante cerámica de distintas épocas, puntas de flechas, cuentas de collar –algunas con incrustaciones de variscita procedente de la provincia de Zamora–, microlitos geométricos, etc., en su mayoría datados en el período que abraca del 2500 al 1700 A. C. (Edad del Cobre). El resto del material encontrado ha permitido datar la ocupación del dolmen entre finales del Neolítico y la Edad del Bronce, como ya habíamos apuntado.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El Altar da Pena Escrita, Vilar de Perdizes-Montalegre

Ya mencionamos, a través de una fuente, a este altar cuando visitamos en este blog, hace más de dos años, el Monte Larauco, que como su nombre indica toma por teónimo el del propio dios indígena-galaico de Larauco o Larouco; y lo mencionamos porque es uno de los altares rupestres que se encuentran cercanos a este monte y del que se cree fue consagrado también a dicho dios. Todo esto se deduce no sólo por su proximidad al monte -se encuentra al Sur del mismo- sino por el hallazgo de dos aras, a no mucha distancia, de un tamaño que coincide con dos huecos del altar en el que se presupone estuvieron fijadas dichas aras. En una de esas aras aparece el nombre del mencionado dios Larauco y en la otra el del dios Júpiter, de lo que se ha deducido que quizás el dios local fuera un equivalente del romano. Una vez más nos encontramos con otra "Piedra Escrita", denominación que ha llegado hasta nuestros días para identificar muchas de estas manifestaciones rupestres a lo largo y ancho de la Península Ibérica.


















*Fuente:
Inscripciones rupestres y espacios sagrados del norte de Portugal: nuevos datos y contextualización. Maria Joao Correia Santos

Dado a conocer por primera vez en 1978 por Lourenço Fontes, el llamado "altar da Pena Escrita" ha sido repetidamente mencionado en la bibliografía, debido al hallazgo de dos altares votivos en sus cercanías.
[...]La estructura está tallada en un afloramiento granítico a ras de suelo, escasamente destacado en el paisaje, y está formada por tres estrechos escalones rodeada por un triple marco, recordando morfológicamente a un altar votivo con su foculus. Los escalones son particularmente estrechos lo que parece corresponder a un requerimiento más simbólico que funcional. Inmediatamente después del último escalón, ha dos rebajes cuadrangulares de idénticas dimensiones y claramente situados en un eje simétrico respecto a la cavidad rectangular. Esto recuerda el hallazgo de dos altares votivos en las cercanías cuyas dimensiones encajan perfectamente con las de las mencionadas cavidades. El primero de ellos está dedicado a LARAVC/O. D. MAX/ PE(VEL F) D MAX/VMO. V/ a. S. y el segundo IOVI/ O MAX/ CAPITO / CARAI / V L A S. Aunque no hay una relación directa entre el lugar del hallazgo de estos epígrafes -en Portelo- y Pena Escrita, es muy tentador relacionarlos entre sí. De hecho, el mismo nombre de "peña escrita" es, en este sentido, muy interesante ya que la confirmada ausencia de inscripciones o grabados rupestres podría relacionarla con otras "piedras escritas" originalmente asociadas al monumento. Además, dada la correspondencia de las dimensiones de las dos cavidades documentadas en la estructura con las de la base de las aras, podríamos admitir la posibilidad de que fuese éste el punto original donde los altares estuvieron colocados.


lunes, 31 de octubre de 2011

El Portalén del Monte do Seixo, Cerdedo

Hoy nos acercamos a un monte al que volveremos en más de una ocasión, pues era considerado como sagrado por sus antiguos moradores, siendo varias las huellas de rituales que en él quedaron como testimonio. La de hoy hace referencia a esa antigua festividad en la que, sobre estas fechas, se ritualizaba el contacto de los vivos con los muertos. Esta noche se celebraba el antiguo samaín del mundo celta, que algunos dicen que constituía el cambio de año para esta cultura, aunque historiadores recientes como el británico Ronald Hutton cuestionan esta opinión. Hutton, en su calendario folclórico de las islas británicas (Stations of the Sun), dice que no hay referencias más tempranas al siglo XVIII que pudieran servir de prueba en relación a esta afirmación, por lo que estas creencias bien pudieran ser fruto de la literatura y el gusto romántico por antiguas culturas como la celta. Sobre lo que no cabe duda es con respecto a su antigua importancia como festividad que ha llegado hasta nuestros días en sus variadas formas; así, las más importantes festividades se establecían en los solsticios y los equinoccios, además de en los periodos intermedios que hay entre un solsticio y un equinoccio y entre un equinoccio y un solsticio, como es el caso, pues estamos a mitad de camino, en el hemisferio norte, entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. La naturaleza y sus ciclos, aunque parezcan permanecer ocultos bajo esa gruesa capa de modernidad y tecnología, siguen rigiendo nuestras vidas a diario y marcando nuestras más importantes celebraciones, a pesar de que no seamos muy conscientes de ello. Hoy, como ya hicimos las anteriores vísperas del primero de noviembre, dejamos constancia de un ritual más relacionado con esta festividad de los muchos que existen en la Península Ibérica.
¡Pasad buena noche!















*Fuente: Carlos G. Fernández, intervención en el programa Espacio en Blanco de RNE, el 23 de octubre de 2011

El lugar que más me sorprendió, es un lugar donde se realiza un rito que nada tiene que ver con el cristianismo y que se realiza en el Monte do Seixo, en la provincia de Pontevedra, en unas rocas que están en lo alto de este monte y que la gente conoce con el nombre de Portalén (Porta do Alén o Puerta al más allá). Allí, en el mes de noviembre, hasta hace muy pocos años, se realizaba un rito de comunicación con los muertos. A este lugar, especialmente los vecinos de las parroquias cercanas, debían acercarse y atravesar un hueco entre las rocas coronado por una piedra, todo con forma de puerta, y al atravesar al otro lado debían dejar una ofrenda que podía ser un trozo de pan o una vela encendida. Una vez hecha la ofrenda debían preguntar a los muertos aquello que querían saber. La tradición dice que la respuesta venía modulada en el viento que batía contra las piedras. Una vez escuchada la respuesta, había que volver por la misma puerta porque si no podría quedarse la persona del lado del mundo de los muertos, a la vez que debía guardar riguroso secreto sobre lo que había escuchado del otro lado.

A continuación os ponemos el trailer de un documental sobre Monte do Seixo realizado hace dos años:

viernes, 28 de octubre de 2011

La Estela de El Palao, Alcañiz

Hoy seguimos en territorio ibero, aunque para dejar constancia de una pieza de clara influencia celtibérica. En el antiguo poblamiento ibero-romano de El Palao, aquel que algunos autores identifican con la Osiderda/Usekerte mencionada en las fuentes clásicas, entre restos de edificios y objetos apareció una curiosa estela. Su singularidad estriba en la escena representada en este objeto funerario; junto a una mano, interpretada como una mano cortada, aparece un guerrero montado a caballo que observa desde su montura a otro guerrero muerto, junto a un lobo que simboliza el valor del guerrero y tres buitres que van a devorar el cadáver. Es aquí donde queremos llegar, siendo éste el motivo principal de esta entrada: entender el mundo funerario dentro del pueblo celtíbero. Esta imagen representa la forma más honrosa que tenía un hombre celtíbero de morir; así nos lo cuenta Silio Itálico, pues para un guerrero el morir y ser devorado por los buitres significaba ser elevado a los cielos por estos animales y llegar a alcanzar el mayor de los honores que no alcanzaría muriendo fuera del campo de batalla y siendo incinerado. La figura ecuestre parece homenajear a su compañero, convirtiéndose con ello en el verdadero testigo de su digno tránsito al mundo de los muertos. Estamos otorgando naturaleza celtíbera a esta representación, pero hay que dejar claro de nuevo que nos encontramos en una población íbera; eso sí, prácticamente fronteriza con territorio celtíbero, con lo que la influencia quizás se dejara notar en este sentido.
















*Fuente: terueltirwal.es
En el territorio del Bajo Aragón, en el ámbito geográfico que se extiende desde Oliete a Calaceite, se vienen localizando desde principios del siglo XX una serie de estelas de piedra: grandes sillares muy bien trabajados que muestran escenas reiterativas, con puntas de lanza y personajes masculinos a caballo o en carro. Una de las procedentes de El Palacio de Alcañiz representa a un jinete lancero con escudo redondo; la misma figura aparece al lado, muerta y rodeada de tres buitres y un cánido y acompañada de una mano cortada. Las mayores dimensiones de dicha mano en relación con toda la escena, hacen pensar que nos encontramos ante la diestra amputada de otro guerrero. Es la representación de un héroe con un ritual ya conocido. Así, Diodoro Sículo atribuía a los mercenarios ibéricos en el siglo V a.C. en sus campañas sicilianas que, además de cortar las cabezas de los prisioneros, reunían las manos cortadas, práctica que también realizaron los romanos. La escena de los buitres rodeando al cadáver nos recuerda a la representada en la cerámica de Numancia y parece mostrar gráficamente una cita de Silio Itálico sobre los celtíberos, en la que señalaba que los guerreros muertos en combate se exponían a los buitres para que sus almas remontaran a los cielos tras ser devorados.

jueves, 27 de octubre de 2011

Las cabezas del Cerro de los Santos, Montealegre del Castillo

Ya hablamos por estos lares del famoso santuario ibero de la Gran Dama Oferente: El Cerro de los Santos, en Montealegre del Castillo. Nuestra visita fue para dejar constancia de la gran importancia de este antiguo yacimiento, no sólo para sus antiguos moradores, sino para el conocimiento actual del mundo ibero. Hoy queremos tratar, a través de la correspondiente fuente extraída de la Exposición ya clausurada en el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares, un aspecto muy particular de este santuario y no es otro que el gran número de esculturas de cabezas masculinas halladas en el mismo. Como si de una cultura céltica de las "cabezas cortadas" se tratara, en este santuario se hallaron estas creaciones que se creen fueron realizadas por separado, sin que hayan formado nunca parte de cuerpos esculpidos que hayan podido desaparecer. Os ponemos la foto de una de ellas que recuerda a una especie de "buda", destacando el gran tamaño de sus ojos, y aunque no exista probablemente una conexión directa, sí nos hace recordar, sin embargo, el toque orientalizante de esta antigua civilización ibérica.




















El temprano descubrimiento del santuario ibérico de El Cerro de los Santos, en Montealegre del Castillo, (Albacete) como consecuencia de una tala de árboles en 1830 y, con ello, de sus famosas esculturas, ha dificultado de manera extrema poder comprender el verdadero significado de tan inusual concentración de estatuaria en bulto redondo. Son más de 400 los ejemplares que han llegado hasta nuestros días y de ellos, 87, corresponden a cabezas varoniles que bien pudieron ser talladas como tales y no como figuras completas. Es decir “exvotos” de cabezas. La cabeza –en las figuras completas- fueron siempre talladas como la parte corpórea más importante y, dentro de ésta, los ojos… Así, pues, no tengamos reparo en defender, por parte de los artesanos iberos, el trastocar de manera consciente las proporciones reales –canónicas- en aras de una lectura interna propiamente ibérica. Paralelamente, la abundancia de tallas y la cierta homogeneidad en su trabajo permite suponer la existencia de un taller estable, ubicado en la cercanía del santuario, con una producción –en cierto modo- industrializada.De hecho, no fue hasta la década de los años 60 del pasado siglo XX cuando Augusto Fernández Avilés –en codirección con el entonces Director del Museo de Albacete, Joaquín Sánchez Jiménez- quienes acometieron las primeras excavaciones en el santuario destinadas a obtener la tan ansiada “secuencia estratigráfica” y, con ella, poder fecharlas por criterios arqueológicos y no los hasta entonces habituales –y resbaladizos- de carácter estilístico.Aun con todo, tras más de 100 años de excavaciones y estudios arqueológicos, lamentablemente, las palabras del hispanista Gèrard Nicolini siguen vigentes: el santuario ibérico de El Cerro de los Santos “no ha tenido aún la publicación que se merece”; creemos, por ello, ya va siendo hora…
(Texto explicativo Exposición "¿Hombres o dioses? Una mirada a la escultura del Mundo Ibérico")
















El Cerro de los Santos, con el Monte Arabí de fondo

miércoles, 26 de octubre de 2011

El Montgó y la Cova del Migdia, Denia-Gata de Gorgos-Xàbia

Hoy visitamos, de nuevo, una montaña sagrada. Su estampa constituye el telón de fondo para muchos miles de bañistas, tanto en las playas que se encuentran al norte como al sur de este promontorio. Estamos hablando de El Macizo del Montgó, que fue declarado parque natural en 1987. Esta montaña, situada junto a la antigua ciudad ibera contestana de Deniu -la actual Denia-, ha sido consagrada como lugar sagrado en distintos momentos de la historia y, por lo tanto, no podíamos dejar pasar la ocasión de dejar constacia de ella en esta bitácora. Se dice que su nombre viene de Mont Jovis, con lo que los romanos la consagraron al más importantes de los dioses de su panteón. Los griegos anteriormente la llamaron "monokos" -y, según Estrabón, Hemeroskopeion fue el nombre griego de Denia-, que quiere decir "eminente, única", haciendo referencia a su grandiosidad, pues se eleva, prácticamente desde el nivel de mar, a 753 metros. Pero nosotros nos remontamos hoy a tiempos del Calcolítico para dejar constancia de una necrópolis, con pinturas rupestres, situada en la Cova del Migdia, sin olvidarnos de otras cavidades con restos del Neolítico, en el propio Montgó, como la Cova Ampla y la Cova de l'aigua. La noticia del descubrimiento de esta necrópolis salió a la luz este mismo verano.
















El Montgó agranda su leyenda de montaña sagrada. Las tres campañas de excavaciones arqueológicas realizadas en la Cova del Migdia han revelado que este yacimiento, descubierto de casualidad por el Grupo Espeleológico Gatense en 1989, escondía una necrópolis de hace más de 4.000 años. Los arqueólogos han encontrado cinco paquetes de cadáveres, así como fragmentos de cerámica y herramientas de sílex finamente labradas que pertenecían a los ajuares funerarios. Este panteón prehistórico pertenece a la época del calcolítico. Por sí solo ya es extraordinario. Pero, además, la Cova del Migdia está entre los cinco únicos yacimientos de la Comunitat Valenciana con tumbas asociadas a pinturas rupestres. Y es el mejor conservado de todos ellos. El complicadísimo acceso de esta cavidad ha hecho posible que su depósito arqueológico llegara hasta la actualidad "sellado e intacto".[...] La Cova del Migdia, que está en un precipicio en la cara del Montgó que mira a Xàbia, confirma que toda esta montaña es un gran yacimiento arqueológico.
(levante-emv.com, 16 de junio de 2011)

jueves, 20 de octubre de 2011

Las Páteras de El Castellet de Banyoles, Tivissa

Hace casi un año que fue presentada al público la importante pátera conocida como "La Medusa", hallada en El Cerrón de Titulcia. Nosotros nos hicimos eco de la noticia y mencionamos la comparación que se hacía con una de las páteras halladas en el poblado ibero de El Castellet de Banyoles de Tivissa, pues en ambas destaca la figura de un felino, a la que muchos autores atribuyen influencia etrusca. En relación a estas páteras de Tivissa hay que decir que forman parte del conocido como Tesoro de Tivissa que fue descubierto en 1927 y que está formado por cuatro páteras de plata dorada, varios vasos también de plata y dos collares, además de otras piezas, como un par de bueyes de bronce. La naturaleza de estas páteras ha sido el origen de numerosos estudios pues contienen una rica y compleja simbología. En las siguientes líneas hemos encontrado una descripción resumida, pero muy detallada, sobre estos antiguos platos rituales.
















Tesoro de Tivissa

...el más importante de todos estos tesoros es quizás el conjunto de Tivissa, en la provincia de Tarragona -en realidad un conjunto de dos tesoros- cuya ocultación se ha puesto tradicionalmente en relación con la Segunda Guerra Púnica, aunque en los últimos años se ha propuesto una fecha algo más tardía, en torno al 180 a. C. Estos tesoros incluyen pendientes de oro, monedas y, sobre todo, un conjunto de recipientes de plata (páteras, vasos caliciformes, cuencos), con decoraciones de diverso tipo y del mayor interés; las páteras están adornadas con motivos como una cabeza de felino repujado en su fondo interior, escenas y motivos diversos incisos y nielados, etc.; una de ellas incluye motivos vegetales en forma de roleos, peces y una planta que recuerda el árbol de la vida mediterráneo; otra, una figura femenina entronizada, tal vez la representación de la misma diosa ibérica que vemos en otros lugares, en torno a la cual se desarrollan diversas escenas de sacrificio y cacería. La cabeza de felino que aparece en un repujado muy alto en el centro del fondo interior de algunas estas piezas es muy similar a la que encontramos en una pátera procedente del tesoro de Perotitos, en Jaén, aunque aquí esta cabeza aparece con una cabeza humana dentro de sus fauces, como si la estuviera devorando; es posible que en ello pueda verse un último trasunto de las cabezas de Hércules cubiertas por la piel de león que encontramos en cerámicas de barniz negro del momento; pero si es así, parece que el artesano ibérico ha reinterpretado el motivo, sustituyendo la impresión de dominio del hombre sobre la fiera por la del más crudo desamparo ante ella. De todas formas, este felino o lobo es una representación muy querida por el artista y la sociedad ibéricos; la encontramos, además de en los umbos de las piezas ya citadas, en el pectoral de un guerrero de Elche y en el escudo de la Minerva de la muralla de Tarragona. Otra pátera de Tivissa muestra en relieve repujado una serie de tres cuádrigas en torno a un umbo central rodeado por un friso de flores y palmetas, motivo estrechamente relacionado con los de talleres suritálicos del momento, cuyas producciones debieron servir de modelo a la cerámica de barniz negro denominada de Cales.
(Lorenzo Abad y Manuel Bendala)

















El Castellet de Banyoles, Tivissa

miércoles, 19 de octubre de 2011

Porra del Burro, Valencia de Alcántara

Hoy rememoramos una tradición que se repite en más de un lugar. Al igual que ocurre en la Rocha dos Namorados del concelho de Reguengos de Monsaraz ya mencionada por aquí, en Valencia de Alcántara encontramos otra roca donde, el lunes de pascua, las muchachas lanzaban piedras sobre este bolo granítico que, a modo de oráculo, les indicaba los años que les restaban para casarse. Tantas piedras tenían que lanzar para que una se quedara en lo alto de la Porra del Burro -que así la conocen por estos lares-, tantos años habían de esperar para su boda.

















Desconocemos la antigüedad de este ritual, pero no sería extraño que alrededor de esta especie de menhir se vinieran realizando ritos desde tiempos muy antiguos, no obstante, son bastantes los dólmenes existentes en los alrededores de Porra del Burro, dentro del mismo término municipal de Valencia de Alcántara, lo cual indica que nos encontramos ante un importante enclave sagrado desde tiempos del Neolítico.

martes, 18 de octubre de 2011

A Moura y Pena Furada, Coirós

Ya seguimos la huella de la diosa Navia hace tiempo a través de su río homónimo en tierra de antiguos astures. Hoy nos acercamos a un antiguo santuario rupestre galaicorromano en el que destaca el grabado de una figura femenina, conocida como A Moura, que los actuales investigadores del santuario han identificado con la diosa Navia, o más bien manejan dicha hipótesis. El lugar, conocido como Pena Furada, como tantos otros de este calibre, fue cristianizado con posterioridad a través de una cercana iglesia.






















La figura de una mujer tallada en piedra, conocida como A Moura, es el elemento central a partir del cual los antiguos pobladores galaicorromanos levantaron un santuario dedicado a la diosa Navia en el valle del río Mendo, en A Coruña.[...]Delimitado con fosos y muros perimetrales, el santuario de Pena Furada fue cuidadosamente ordenado a partir de la imagen de A Moura, una figura femenina -con un sexo muy marcado- que vendría a representar a la diosa Navia, asociada a las aguas según algunos historiadores de la religión en la Edad del Hierro.
“Este santuario estaría en el valle entre los ríos Mendo y Mero. A 800 metros monte abajo se encuentra la iglesia de Santa Mariña de Lesa”, ha explicado Malde.Así, el culto pagano -para los romanos- a la diosa Navia podría haberse trasladado en época posterior a la iglesia de Santa Mariña, como ocurrió con otros muchos rituales galaicorromanos. La figura de A Moura, orientada al oeste por lo que sólo es visible a partir del mediodía, ha sido tratada con mucho “respeto social”, incluso con “temor”, ha remarcado Malde.A Moura, cuyas características difieran de los petroglifos de la Edad de Bronce, está encuadrada en un altar rectangular de piedra regularizada al que se accede mediante unas escaleras y que cuenta además con una pila cuadrangular para la realización de ofrendas.
El santuario de Pena Furada, ha asegurado Malde, va mucho más allá de A Moura, ya que se trata de uno de los centros de culto estable más importantes de esta zona de Galicia.“Existía un plan de monumentalización”, ha subrayado.De hecho, el santuario contaría con tres rudimentarias puertas talladas en piedra y alineadas en un eje de simetría norte-sur, elementos simbólicos -especialmente petroglifos- y restos de elementos constructivos como muros -sillerías- y tejas.
(Agencia Efe, 15 octubre 2011)

lunes, 17 de octubre de 2011

La Dama de Guardamar o de Cabezo Lucero, Guardamar del Segura

Hoy volvemos a citar la exposición sobre el mundo íbero clausurada ayer en el Museo Arqueológico de Alcalá de Henares, donde iremos desmenuzando próximamente la información que de ésta extrajimos en nuestras dos visitas. En nuestra entrada de hoy queremos hablar de una de las famosas "damas iberas", en concreto la Dama de Guardamar o de Cabezo Lucero, que fue hallada en el yacimiento arqueológico de Cabezo Lucero del que ya dimos cuenta en este blog y donde citamos el importante hallazgo de esta escultura. A pesar de haber ya citado a esta dama, creemos que, por su importancia, merece una entrada en la que ésta sea la protagonista. Como puede comprobarse, el estilo es similar al de la universalmente conocida como Dama de Elche pero, entre los escasos fragmentos hallados y su estilo no tan depurado, han hecho que viva muy a la sombra de la creación más conocida del arte íbero; quede aquí, por tanto, nuestro homenaje a esta otra dama contestana.




























Este nuevo ejemplo de "dama" ibérica fue hallado, en 1987, en Guardamar del Segura (Alicante). Pese a encontrarse muy fragmentada, la pieza pudo ser reconstruida, en su totalidad, gracias al trabajo realizado por los restauradores del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ).Esta figura presenta características semejantes a la dama de Elche, tanto en los rasgos faciales como en su vestimenta y en las joyas que luce. Podría indicar la existencia de un círculo escultórico asentado en el área de las actuales comarcas del Bajo Vinalopó y el Bajo Segura; es decir, en el entorno cultural homogéneo del sur de la Contestania Ibérica.En cuanto a su tipo de talla, la dama de Cabezo Lucero resulta formalmente un poco más arcaica que las de Baza, el Cerro de los Santos y la de Elche. En cuanto a su cronología, los investigadores proponen una fecha que oscila entre el 400 y el 370 a. C.
(Texto explicativo Exposición "¿Hombres o dioses? Una mirada a la escultura del Mundo Ibérico")

jueves, 13 de octubre de 2011

Balnearios de Citânia de Briteiros, Salvador de Briteiros

Hoy nos acercamos a antiguas tierras galaicas para hablar de unas construcciones muy características de esta zona del noroeste peninsular conocidas como Pedras Formosas. Por una parte se dice que estos monumentos son fruto de la combinación cultural galaica y romana, por lo que encontrarían su origen dentro del periodo de dominación romana, pero por otra parte, en relación a los dos balnearios de Citania de Briteiros, en el concelho de Guimarães, se dice que son de origen prerromano. Constan de tres cámaras, estando dos de ellas -la antecámara y la sauna- separadas por una estela, que es la conocida como Pedra Formosa.
Al igual que con el ejemplo, ya citado por aquí, de la sauna de Ulaca, en territorio vetón, sobre estas Pedras Formosas también ha recaído una interpretación que va más allá del mero carácter utilitario.

















...estamos ante unos monumentos cuyo uso excede lo meramente higiénico o utilitario, para tener una funcionalidad ritual subrayada por su situación a la entrada de los poblados en la mayor parte de las ocasiones.
Se trata, en unos ritos iniciáticos a los que se someterían las cofradías de jóvenes guerreros a partir de la creencia en el agua como elemento de comunicación con el allende bien atestiguada en el mundo céltico, y sostenida , en el caso que nos ocupa, en la aparición de depósitos acuáticos en este tipo de construcciones.
(Historia de las religiones en la Europa antigua, F. Marco Simón, 1994)

martes, 11 de octubre de 2011

Atargatis y el Cerro de El Molinete, Cartagena

El próximo viernes, 14 de octubre, se inaugura el Parque Arqueológico de El Molinete en Cartagena, lo cual supone una gran noticia de cara a la protección y recuperación de este yacimiento que se encontraba en una situación de total abandono en los últimos tiempos, por lo que incluso se creó una asociación con el fin de proteger este lugar, la Coordinadora para la defensa del Molinete y su entorno, de la que hemos extraído de su web las líneas que hoy traemos como fuente. Según se dice también en murcia.com, en él se hallaba un templo dedicado a la diosa siria Atargatis, la diosa de la Luna, la primera mujer-pez conocida, pues ya se sabe que las antiguas sirenas eran representadas en los comienzos como mujeres-ave. Su culto, al igual que otros cultos mistéricos orientales, fueron muy populares durante la república y el imperio romanos. Según la fuente que hoy traemos, en este cerro, citado por Polibio, se han hallado los restos de lo que pudo ser el poblamiento originario ibero, es decir, anterior a la llegada de los propios púnicos. Uno, que es un ignorante, siempre creyó que en este magnífico puerto natural nunca existió ciudad alguna hasta que la fundó el cartaginés Asdrúbal; aunque visto lo privilegiado del lugar, y a pesar de que los iberos no prestaron demasiada atención a la navegación, no es de extrañar que allí ya hubiera población con anterioridad a la fundación de 227 a. C.

















Es en el S. XV cuando el cerro empieza a ser conocido con el popular nombre de MOLINETE por la construcción en él de varios molinos de viento, dos de ellos hoy todavía en pie, que caracterizan la silueta de una de las cinco colinas de nuestra ciudad, sin duda, escenario de los principales momentos de la historia de Cartagena. Sin embargo, la mención más antigua y significativa a esta colina se remonta al S. II a.C., cuando Polibio describe la ciudad de Carthago-Nova como introducción a su narración acerca del ataque de Publio Cornelio Escipion a Qart-Hadast. En su Historia Universal (lib. 10, 9.8-12.1) Polibio dice:

"El centro de la ciudad está en hondo. Por el lado de mediodía tiene una entrada llana viniendo del mar, pero por las partes restantes está rodeada de colinas, dos altas y escabrosas y las otras tres mucho más bajas, aunque están llenas de cavernas y malos pasos. De éstas, la mayor está al oriente, se extiende hasta el mar y sobre ella se extiende el monte de Esculapio. Hacia el occidente le corresponde otra de igual situación sobre el que está fundado un magnífico palacio, obra según dicen de Asdrúbal, cuando afectaba la monarquía".

De esta manera, sabemos que en la antigüedad el cerro era conocido como ARX ASDRUBALIS, haciendo referencia a las importantes construcciones cartaginesas en él asentadas. Tal es el caso de los muros de opus africanum descubiertos bajo el podium del Templo Capitolino, o del santuario púnico provisto de una altar de terracotas descubierto en el transcurso de la campaña arqueológica 95-96 en la ladera sur. No debemos, sin embargo, olvidar que en la cima de la colina aparecen los que pueden ser los restos más antiguos de la ciudad. Se trata de una serie de muros perpendiculares a la muralla del Dean (por la que quedan cortados) y que nos pueden estar hablando de una ocupación del cerro con anterioridad a la llegada de los contingentes púnicos, de una población indígena, Iberos, que serían absorbidos por los sucesivos desembarcos de diversas culturas en nuestro estratégico puerto.

(Coordinadora para la defensa del Molinete y su entorno)

lunes, 10 de octubre de 2011

Ilurbeda y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Narros del Puerto

En este bonito templo románico del valle de Amblés en la localidad de Narros del Puerto, situado sobre lo que fue un antiguo templo romano, según se dice -y quién sabe si sobre otros santuarios anteriores, pues la existencia del culto prerromano sobre el que hoy hablamos bien puede constituir una prueba al respecto-, se encuentran sendas aras dedicadas a una divinidad, posiblemente de origen vetón, la diosa Ilurbeda, que ha sido documentada en otros puntos, todos ellos prácticamente alrededor de la Sierra de Gredos, con lo que se ha pensado que bien pudo ser la personificación de esta cordillera o, en su caso, de los distintos pasos o caminos que la cruzan, pues los distintos testimonios se han dado en muchos de estos puntos.
Es mucho lo que se desconoce y, por tanto, lo que se especula sobre el origen, tanto desde un punto de visto etimológico como etnológico, de esta divinidad a la que se otorga naturaleza femenina. En concreto, la raíz Ilur, tiene un marcado tinte ibero, por lo que dicho teónimo pudo ser una aportación foránea, pero ésta sólo ha dejado huella alrededor de este territorio, lo que por otra parte parece dar a entender que pudiera ser una divinidad local dentro de este concreto ámbito territorial.
Hemos comprobado la existencia de una ficha en wikipedia, por lo que traemos unas cuantas líneas de la misma como fuente en el día de hoy.
















Los recientes hallazgos abulenses (Rodríguez-Almeida, 2003)(Hernando y Gamallo, 2004) no sólo refuerzan la presencia de Ilurbeda en el ámbito vetón, sino que amplían notablemente su ámbito de dispersión, constituyendo los testimonios más orientales de un culto cuyo centro originario se venía situando en territorio salmantino, y por tanto, confirmando el caracter supra-regional de esta deidad. Sin embargo, desde el punto de vista lingüístico-etimológico, los dos elementos en los que tradicionalmente se viene descomponiendo el teónimo (Ilur-, -beda), parecen situar el origen de la divinidad lejos del territorio vetón, pues se han explicado a través del vasco, el aquitano, el ibérico o el protocéltico, remitiendo, en consecuencia al sector Noreste de la Península Ibérica.
Del análisis de la dispersión geográfica de las epigrafías encontradas, (Hernando, 2005) pone de manifiesto dos hechos: primero, que todos los testimonios han aparecido en un mismo contexto, la montaña, en las sierras que de Este a Oeste conforman el Sistema Central; segundo, que en buena parte están especialmente bien emplazados desde el punto de vista de las comunicaciones, cerca de los pasos que permiten franquear sus respectivas montañas. Por ello, Ilurbeda podría explicarse, siempre según Hernando, bien como una divinidad relacionada con la montaña, entendida ésta en sentido amplio, bien como una divinidad relacionada de modo específico con los pasos o caminos de montaña, una divinidad a la que se invocaría para asegurar el tránsito de personas y ganados por un paso o puerto difícil.
(Wikipedia)

jueves, 6 de octubre de 2011

Cuevas de El Cogul o Roca dels Moros, El Cogul

Nos acercamos a la comarca de Les Garrigues, cuyo nombre ya indica el tipo de vegetación que podemos encontrar alrededor del lugar que hoy visitamos: La Roca de los Moros o Cuevas de El Cogul. La Roca dels Moros es uno de los máximos exponentes dentro del conocido como Arte levantino, además del Arte esquemático, así fue un punto de creación tanto en la época en la que el ser humano era cazador-recolector -Arte levantino-, como en la que comenzó a ser productor -Arte esquemático-, terminando con los periodos íbero y romano, de los que se encuentran textos escritos en alfabeto íbero y latino, a través de los cuales se ha interpretado que el lugar pudo tener también un carácter sacro en estas últimas etapas.
Dentro del conjunto de pinturas destaca la famosa Danza del Cogul:













Danza de Cogul, calco de Henri Breuil

En el arte rupestre levantino existe un importante bloque de figuras y escenas, generalmente de carácter esquemático y actitudes relativamente estáticas o distorsionadas, que parecen relacionarse con acciones alusivas a festividades o cultos aunque resultan de difícil interpretación por su carácter esquemático. La más conocida de estas escenas y una de las primeras publicadas de todo el arte levantino es la del abrigo de Cogul, donde una serie de mujeres, realizadas por distintos autores y en momentos también diferentes, aunque muy parecidas entre sí, están en actitud de danza y formando un círculo en torno a una pequeña figura masculina, claramente fálica, que se ha interpretado como un principio fecundador. El hecho de que algunas de las figuras hayan sido repintadas invita a pensar que la escena tuvo vigencia durante un tiempo más o menos dilatado, e incluso es muy probable que el covacho de Cogull llegara a tener carácter de santuario hasta época histórica si tenemos en cuenta la existencia de grafitos ibéricos y romanos grabados en sus paredes.
(artehistoria.jcyl.es)

miércoles, 5 de octubre de 2011

Fonte do Ídolo, Braga

Hoy nos acercamos a la antigua capital de los "galaicos del sur", la antigua Brácara, donde encontramos el relieve rupestre conocido como Fonte do Ídolo. En él, además de unas figuras, se pueden observar las inscripciones que más abajo traemos. En ellas aparece un dedicante originario de la ciudad celtíbera de Arcóbriga -suponemos que sería ésta, pues ya sabemos que hay topónimos prerromanos que, como los actuales, se repiten- que dedica el monumento a un dios supuestamente de origen indígena, no se sabe si local o propio del panteón celtíbero que el dedicante pudo llevar consigo a las tierras brácaras. Es uno de los numerosos monumentos que se pueden contemplar en la antigua ciudad de Braga.


















[CAEL] ICVS / FRONTO / ARCOBRIGENSIS / AMBIMOGIDUS / FECIT.

TONGOE / NABIAGO

CELICVS / FECIT / FRONT

Estas tres inscripciones se hallan en la denominada "Fonte do Ídolo", en Braga (Portugal). El monumento consiste en una laja de granito en la cual se hallan además dos relieves; al pie corre una fuente canalizada en un receptáculo de piedra. En su conjunto el monumento es una dedicación a TONGOENABIAGO, realizada y construida por CELICO FRONTO de la ciudad de ARCOBRIGA y de la tribu de los AMBIMOGIDI.De los datos informativos que revela este santuario nos interesa destacar los siguientes:

1. La etimología del teónimo, dativo de TONGOS NABIAKOS, bien TONGOE sea un apelativo de NABIA o bien un teónimo compuesto, se explica como derivado de una raíz con significado "jurar". La intención es semejante, ya contemple a una divinidad (TONGO) del juramento, una divinidad del agua (NABIA), o bien una divinidad relativa al agua y por la cual se jura.El monumento nos muestra, pues, una ordalía semejante a las atestiguadas en toda la Antigüedad clásica.

2. La iconografía del monumento no debe servir de punto de discusión por cuanto que los símbolos no poseyeron jamás un significado universal y en este caso tanto el martillo como el pájaro allí representados pueden contemplar múltiples sentidos. Asimismo el discutir sobre la representación del dedicante y del dios nos parece irrelevante. Quizá sea destacable el hecho de que se represente una cornucopia.

3. El dedicante es indígena, como se aprecia por su nombre y por su adscripción a la ciudad de ARCOBRIGA y al clan de los AMBIMOGIDI.
(Mitología y mitos de la Hispania prerromana, José Carlos Bermejo Barrera)
 
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