viernes, 24 de mayo de 2013

El Antruejo, Llamas de la Ribera

Ya dejamos atrás, en muchos lugares, las festividades que celebran el apogeo de la primavera, justo cuando se cruza el ecuador de esta estación (los mayos), a principios del mes en el que aún nos encontramos. Pero hoy retrocedemos algo más atrás, en lo que llevamos de año, para hablar de uno de los festejos ancestrales celebrados cerca del final del invierno -justo cuarenta días antes del primer plenilunio de primavera-, donde se celebra que la estación fría va terminando para dejar paso a la primavera que ya se avecina, en una especie de triunfo de la luz sobre las tinieblas.
Este festejo, junto con otros de este tipo, son el origen del Carnaval. Estamos hablando del Antruexu o Antruejo, donde el bien -los Guirrios (también conocidos como Sidros en Asturias)- luchan contra el mal -los Antruejos- hasta vencer a estos últimos, representantes del oscuro y frío invierno que finaliza para dar paso a la estación en la que todo vuelve a renacer.
Es típica de la zona asturleonesa, acercándonos como muestra hoy a Llamas de la Ribera, población de Ribera del Órbigo, donde ésta tiene una gran raigambre.

Los Guirrios - leonocio.es

*Fuente: gatitoamarillo.wordpress.com

El Guirrio viste ropas blancas, calcetines largos negros y por encima otros más cortos de color blanco; cinturón o tirantes de color vistoso de los que penden ruidosos cencerros (cuya misión era ahuyentar los malos espíritus cuando el guirrio se pusiese a bailar y los cencerros sonasen), abarcas de piel de vaca, una tenaza de madera (se supone que servían para atrapar al vecino y hacerse con una propina de huevos, leche, pan…) y una vejiga de cerdo hinchada (con la que se dan golpes a los que se cruzan en su camino, también para espantar a los malos espíritus). Pero quizá, lo más característico son las “mázcaras”, una especia de máscara en forma de cono de más de un metro de alto, decorada con grandes abanicos de colores muy vivos de papel y flores (antiguamente se adornaban con plumas de gallo y gallinas) rematadas con flecos de lana y coleta de pelo natural; estas mázcaras, que llegan a pesar 6 ó 7 kilos, se mueven abriéndose y cerrándose con los saltos y bailes de los guirrios.
Además de los Guirrios también tenemos a las Madamas, que son las mozas del pueblo vestidas con el traje de gala; y los madamos, que van vestidos como las madamas, pero llevan la cara cubierta y su misión consiste en correr detrás de las mozas y darles castañuelazos.
Y los Antruejos, que dan nombre a la fiesta y que son los seres temibles que encarnan el mal y que serán finalmente derrotados por los Guirrios.

Los Antruejos - rlplus.radioleon.com

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