miércoles, 27 de noviembre de 2013

Tabanium y su relación con divinidad acuática, Dévanos

Rastreando la Comarca del Moncayo, y a los pies, por tanto, de la antigua montaña sagrada, encontramos la población de Dévanos. Buscando información en la red sobre el municipio, en relación a un festejo conocido como "el hombre viejo", un muñeco quemado en Semana Santa y que recuerda a la quema de peleles de la que hablamos hace dos días, como reminiscencia de la Triple Muerte Celta, hemos encontrado el texto, extraído de la web del ayuntamiento de Dévanos, que a continuación ponemos. En él se dice que el origen de Dévanos se encuentra en la antigua ciudad celtíbera de Tabanium, cuyo topónimo encuentra su origen en un teónimo que designaba a una divinidad relacionada con las aguas. No hemos encontrado nada más en relación a dicho Tabanium, más allá de la fuente que traemos, con lo que no sabemos si se encuentra en alguno de los famosos listados de antiguas poblaciones hechas por los autores clásicos, así que, como siempre, pedimos la colaboración de cualquier persona que pueda aportar más información al respecto.
No acaba ahí la relación sacra del lugar en cuanto a topónimos se refiere, pues, como también se dice, el actual nombre de Dévanos podría derivar de la expresión latina "dei panis" o "pan de dios".

El Moncayo visto desde Dévanos - devanos.es

*Fuente: devanos.es

El origen del pueblo es antiquísimo, debido al habitat que al hombre primitivo ofrecía el río Añamaza. Su vega y las numerosas cuevas y resguardos naturales existentes junto a dicho río, presentaban las condiciones idóneas para poder alimentarse adecuadamente y resguardarse con seguridad. 
De esta época celtibérica datan monedas acuñadas en la población antes denominada Tabanium, en honor a una divinidad relacionada con las aguas, y que daría un gran protagonismo a la población en la estructura de ciudades del momento. 
El nombre de Dévanos podría haberse derivado posteriormente de las palabras latinas "dei-panis" (pan de dios) usadas por los romanos que habitaban la zona de Ágreda y Agustóbriga (Muro de Ágreda). Toda la zona fue reconquistada por Alfonso el Batallador.

martes, 26 de noviembre de 2013

La Bicha de Balazote, Balazote

Hoy le toca el protagonismo a una escultura de las más conocidas dentro del mundo íbero. En concreto nos acercamos a lo que fue tierra interior de los contestanos, fronteriza con otras etnias, a Balazote, en la comarca manchega de Campo de Montiel, para dedicar una breve ficha a la Bicha de Balazote, que aún no había asomado por este humilde lugar. Esta obra, que se cree funeraria, representa a un toro en reposo, con cabeza humana, en concreto, la representación de un hombre con bigote y barba. Fue hallada en un paraje conocido como Los Majuelos, donde está pendiente de excavar el poblado íbero al que pertenecería. Muy cerca también de Los Majuelos se ubican los restos de una villa romana.
El lado derecho de la pieza no está tallada, con lo que parece pudo estar adherida a un monumento -se especula también con un templo-, al modo, por ejemplo, de Pozo Moro.
Se cree pudo ser una representación de la fertilidad, pues su claro carácter orientalizante le podría emparejar con las estatuas griegas de toros androcéfalos que simbolizaban a los ríos como accidentes geográficos fertilizadores de los campos. En este sentido, tal y como dijo Antonio García y Bellido, podría ser la representación del dios griego Aqueloo, mitificación del río del mismo nombre. La pieza es parte de la colección del Museo Arqueológico Nacional.

Autor: Luis García - Wikipedia

*Fuente: artehistoria.jcyl.es

En cuanto al significado, parece indudable su pertenencia a un monumento funerario, con la disposición oportunamente ejemplificada en el monumento de Pozo Moro. Pudo tener, como los leones de éste, una función apotropáica, alejadora de peligros. Pero su apariencia pacífica, mansa como es fama de sus congéneres normales, remite más directamente a su prístino significado entre los griegos. A partir de una viejísima tradición, que vincula el toro a la fecundidad, los griegos crearon la figura del toro de cabeza humana como representación alegórica de los ríos, en especial del Aqueloo, el más importante de ellos, hijo de Tetis y del Océano. Se asociaba al toro, como símbolo de fecundidad, la idea del río y el agua que fertiliza los campos, todo ello humanizado, aproximado al hombre con la incorporación iconográfica de su cabeza, al servicio de la imagen de una especie de daimon favorable, expresión de la vida benéfica a los humanos. Con esta función de símbolo de vida aparece pintado el Aqueloo en tumbas etruscas, asociado, como en la de los Toros de Tarquinia, a actos sexuales que subrayan su simbología vital. Con este sentido debió, en fin, concebirse la Bicha de Balazote, como símbolo de la vida que se deseaba al muerto, materializada en una de las más hermosas y monumentales representaciones del Aqueloo.


Los Majuelos, paraje donde está enterrado el poblado ibérico de Balazote. lacerca.com

lunes, 25 de noviembre de 2013

La Triple Muerte Celta en el Libro de Buen Amor

Hoy, a diferencia de lo que suele ser costumbre en estos lares, no nos acercamos a ningún lugar o enclave en concreto, sino que queremos dejar constancia de un conocido ritual de sacrificio que ha dejado su huella o ha sido documentado en la Península a través del santoral y la literatura ibéricos, como bien afirma Martín Almagro-Gorbea. Este ritual es el de La Triple Muerte Celta manifestado a través de la leyenda de Santa Marina de Aguas Santas y el relato de El horóscopo del hijo del Rey Alcaraz del Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita, en el que nos centramos.
Esta historia, recogida en la obra del Arcipreste, encuentra su origen, según algunos autores, en la tradición islámica llegada desde Oriente; pero existe otra vertiente de opinión que lo relaciona con la tradición indoeuropea, con la céltica del ciclo artúrico o con una versión versión persa de la "triple muerte".
Pero el conocido autor que hoy traemos, Martín Almagro-Gorbea, va más allá y especula, además, con la posibilidad de que el Arcipreste de Hita pudiera haber tomado esta leyenda directamente de la tradición popular ibérica proveniente del periodo celta peninsular.
Para terminar diremos que la Triple Muerte consistía en ahogar en honor a Teutates, colgar en honor a Eso y quemar, en una especie de maniquí -de donde seguramente provenga la costumbre de los peleles colgados-, en honor a Taranis.

Peña del Arcipreste de Hita en el Puerto de los Leones, Sierra de Guadarrama - panoramio.com

*Fuente: El rito de la 'triple muerte' en la Hispania céltica. De Lucano al Libro de Buen Amor. Martín Almagro-Gorbea.

Como conclusión de este análisis, cabe afirmar que el tema de la 'triple muerte' en la narración del fijo del rey Alcarás del Libro de Buen Amor procede de la tradición literaria popular celta, extendida por todas las regiones atlánticas de Europa, incluida Hispania, tradición que aparece contaminada y quizás reforzada por un cuento de origen persa llegado, verosímilmente, a través del mundo islámico. Esta clara vinculación con la 'triple muerte' de la narración del Arcipreste de Hita debe considerarse una herencia de la tradición cultural popular celta desde la Antigüedad, hecho que ayuda a contextualizar el origen de esta curiosa versión de la 'triple muerte' celta recogida en el Libro de Buen Amor. Este origen permite considerar que la narración del fijo del rey Alcarás es otro testimonio más de la literatura hispano-celta, que se añade a otros diversos restos literarios de origen celta conservados en la literatura castellana, tradición hispano-celta que también explica la presencia del mismo mitema en la leyenda popular del martirio de Santa Marina de Aguas Santas y en la tradición de peleles colgados, quemados o ahogados que todavía conserva el folklore español.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Cabeza en broche de bronce del Castro de Viladonga, Castro de Rei

Seguimos en Galicia y volvemos, además, al Castro de Viladonga, el cual trajimos el pasado año a esta página para hablar de los restos de un edificio que ha sido interpretado como un templo. Hoy lo hacemos para hablar de una sencilla pieza, pero con un importante valor simbólico: un broche de bronce con la representación de una cabeza o rostro humano. Estamos por tanto ante un motivo muy representado en el arte figurativo de influencia céltica y que podría conectar, una vez más, con esa denominada cultura de las cabezas cortadas. A pesar de esta afirmación, una especie de rayos que parecen desprenderse de su parte superior ha hecho que se haya interpretado como una posible representación solar.
El broche se encuentra en el propio museo arqueológico del castro.
Hoy ilustramos, además, la ficha con un interesante vídeo sobre el Castro de Viladonga que hemos encontrado en la red.

españaescultura.es

*Fuente: españaescultura.es

Única representación de una cara humana en un broche hallada en el yacimiento del Castro de Viladonga.La peculiaridad de este broche radica en la decoración de su anverso: una cara humana con rasgos que recuerdan claramente a las cabezas castreñas en piedra y que aquí se completa con unos levísimos trazos que parecen salir de la cabeza en forma de estrella, como queriendo recordar una figuración solar. 
La decoración habitual en este tipo de elementos es muy sencilla y generalmente de carácter geométrico o con temas vegetales y animales.


viernes, 22 de noviembre de 2013

El caldero del Castro de Besomaño, Besomaño-Ribadumia

Ayer nos encontramos con esta magnífica noticia en Céltica Hispana, la aparición de un caldero ritual -al menos se cree que cumplía esa función- de bronce en el Castro de Besomaño, en el concello de Ribadumia, en la comarca de El Salnés. Este humilde "caldero de Gundestrup", salvando la distancias, no ya geográficas, sino también estilísticas, no deja de tener su gran importancia, siendo la pieza más valiosa de las 140.000 halladas -ahí es nada- en este poblamiento.
Se encontró totalmente aplastado, con lo que se cree se escondió por su valor material -el bronce era muy valorado en aquel periodo- y no, por tanto, por el valor simbólico que pudo tener para la comunidad humana a la que perteneció. Aunque, tal y como he leído en Wicca Celtíbera, en un artículo con mucho rigor y coherencia, esa es una conclusión sacada de la mentalidad material de la sociedad burguesa vigente, donde todo tiene un precio monetario y todo parece responder a una motivación económica, aniquilando, por completo, el sentido espiritual de los objetos y de la vida misma.

Caldero - farodevigo.es

*Fuente: farodevigo.es. Antonio Touriño | O. Salnés 17.11.2013

Un valioso caldero de bronce de la época castrexa, de uso ritual y único que se ha encontrado entero en Galicia, totalmente decorada con remaches, de unos 45 centímetros de altura y unos cinco kilos de peso, aplastado y meticulosamente escondido acaba de ser encontrado en el Castro de Besomaño, en Leiro. Se trata de una pieza única por su completa conservación pues en otros yacimientos se han localizado fragmentos de este tipo de recipientes, que en la época valían una verdadera fortuna para su poseedor.

La pieza, puede ser la más importante de entre las 140.000 que se han encontrado en este poblado, pues permitirá a los historiadores y estudiosos conocer este tipo de recipientes que se empleaban en ceremonias importantes.
El hallazgo es demasiado reciente por lo que todavía no se ha podido realizar un estudio detallado del mismo, aunque se parte de que se trata de un objeto muy importante que se empleaba en ocasiones muy especiales, generalmente en fiestas o ceremonias.
Rafael Rodríguez, arqueólogo que dirige la excavación, confirma que se trata de un objeto de un enorme valor, ya que es representativo de la actividad típicamente castrexa.

A vuela pluma se observa que se trata de una pieza completa de bronce y remachada en toda su superficie. Pero apareció totalmente aplastada para que ocupara el menor espacio posible y perfectamente enterrada y oculta para preservarla de robos y el expolio.
Ahora, la olla -similar a la marmita que usaba Panorámix para sus pócimas- está en manos de los restauradores, quienes a sabiendas de las dificultades que se encontrarán a la hora de recobrar la forma original del caldero, pues fue machacado a propósito por lo que puede romper en el caso de intentar reabrirlo.
Y es que precisamente, los antiguos pobladores castrexos guardaban con gran celo el bronce, uno de los metales a los que daban mayor valor. Explica Rafael Rodríguez que el caldero estaba muy escondido, enterrado bajo tierra, porque representaba un buen capital, como hoy sería el oro.
Pero quedan todavía muchas incógnitas por despejar sobre la importancia de este enorme caldero ya que en el supuesto de que estuviera grabado y no solo remachado tendría muchísimo más interés para los estudiosos.

Castro de Besomaño - fotolog.com

jueves, 21 de noviembre de 2013

El Dolmen de Cabaleiros, Cabaleiros-Tordoia

Nos acercamos a Galicia, a la comarca de Ordes. En Cabaleiros, parroquia de Tordoia, se encuentra el Dolmen de Cabaleiros. Una vez más las Mouras y Mouros hacen acto de aparición, pues este dolmen es conocido además como Casa da Moura o Casa dos Mouros (otra denominación es Couza de Cacheiro). Se le otorga una antigüedad de unos 5 milenios, perteneciendo por tanto al Neolítico.
Alrededor de muchos de estos antiguos monumentos prehistóricos son muchas las leyendas que se han gestado durante siglos y milenios y el Dolmen de Cabaleiros no iba a ser menos.

Lansbricae-Wikipedia

*Fuente: unpaseounafoto.blogspot.com

De cámara poligonal, la losa que cubre los ortostatos tiene unas dimensiones considerables y según una leyenda fue llevada hasta allí por una Moura en la cabeza mientras tejía un vestido, de ahí que a este dolmen se le conozca en los alrededores como “A casa da Moura”.
Aún conserva parte de la mámoa que lo cubría y es monumento histórico-artístico desde 1975.
En la tapa pueden apreciarse algunos grabados y en la losa de entrada de la derecha hay una cruz esculpida en la piedra, claramente moderna. Estas marcas son difíciles de ver y a nosotros nos hubieran pasado desapercibidas de no ser por Ana, una arqueóloga que hace de guía y que muy amablemente nos explicó todo lo referente a esta joya que nos legaron nuestros ancestros.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

La Junta General de Avellaneda y el árbol, Avellaneda-San Bartolomé-Sopuerta

Nos acercamos a la histórica comarca vizcaína de Las Encartaciones -Enkarterri en euskera-, a Avellaneda, núcleo perteneciente a la feligresía de San Bartolomé, en el municipio de Sopuerta. En Avellaneda se celebraba la famosa Junta General de Avellaneda que agrupaba una representación de los diez concejos abiertos -expresión de verdadera democracia, la de base o directa- de este territorio. Estos concejos se reunían junto a las puertas de las iglesias o en sus galerías porticadas -elemento constructivo románico, este último, más típico en ciertas zonas de Castilla- o junto a un árbol notable, especial o emblemático. En Avellaneda también, antes de construirse la Casa de Juntas, estas reuniones se celebraban junto a un árbol. Con esta importante referencia queremos mostrar una vez más el culto ancestral al árbol, tan arraigado sobre todo en las zonas que fueron de influencia céltica en el pasado y Enkarterri -o Las Encartaciones- fue una de ellas, pues en este territorio estuvieron asentados los autrigones, un pueblo calificado como protocéltico.

Casa de Juntas de Avellaneda, Príamo - Wikipedia

*Fuente: Los cuerpos de Derecho de Las Encartaciones de Bizkaia, Gregorio Monreal Zia.

El roble foral de Avellaneda estaba ubicado en medio de un cuadrilátero empedrado. Y situado el lugar en el centro geográfico de la Encartación, acogía en el Medievo a todos los encartados que acudieran a la Junta, aunque la asistencia universal pronto fue sustituida por el reducido número de asistentes que representaban a los concejos. En efecto, era en la Edad Moderna una asamblea pequeña, de entre 14 ó 15 personas: a los 10 procuradores se añadía el teniente del corregidor, el síndico de la Encartación y el escribano, amén del público asistente. El orden estaba garantizado por especial protección penal.
Ya se ha visto que la Junta de Avellaneda desempeñó en el Medievo y en los comienzos de la Edad Moderna una función muy relevante desde el punto de vista judicial.El llamamiento de los delincuentes, los plazos y el acudir a la cadena constituían garantías judiciales de primer orden para los encartados. Su papel en la creación y la confirmación del Derecho se puso de manifiesto en la elaboración y aprobación de los dos cuerpos jurídicos de las Encartaciones, tanto la Ordenanza de la Hermandad de 1394 como el Fuero reformado de 1503. Hay dos notas a destacar en lo concerniente a la competencia de dictar el Derecho: en primer lugar el gesto insólito de no presentar el Fuero a la confirmación real pese a que se mantuvo en vigor durante setenta años, postura que sólo guarda paralelismo con lo que ocurrió con el Fuero Viejo de Bizkaia de 1452; y por otra parte su función como última instancia para la interpretación auténtica de las normas vigentes y para llenar las lagunas que se detectaran en el ordenamiento. En la asamblea se produce la recepción del corregidor que jura guardar el Fuero encartado y se proclama al rey como señor de Bizkaia. Elegían también  al síndico a partir de la creación de esta figura institucional –en un momento indeterminado del siglo XVI–.

martes, 19 de noviembre de 2013

Enterramiento del Bronce final en Cortecampo II, Los Arcos

En la comarca de Tierra Estella, en Los Arcos, se halla el yacimiento arqueológico de Cortecampo II. En él encontramos el siguiente enterramiento del Bronce Final fechado sobre el 1000 a. C. El ser humano encontrado en dicho enterramiento aparece de forma flexionada, con la cabeza, excepto el maxilar inferior, separada del cuerpo y depositada en una hornacina. Aparece enterrado junto a dos mandíbulas ovicaprinas y los restos de cuatro perros, además de restos de cerámica. Los restos animales aparece superpuestos, por lo que el conjunto se encuentra estratificado. También se halló un losa de forma triangular que se cree pudo ser la estela que señalizaba la tumba.
Esta inhumación humana atestigua una vez más la costumbre, en este periodo anterior a los Campos de Urnas, de enterrar los cadáveres de forma flexionada. Más tarde llegarían las cremaciones típicas de los Campos de Urnas, costumbre que perduraría, hasta la vuelta a la inhumación con el cristianismo, una vez oficializada esta religión por el imperio romano, hasta más de un milenio más tarde.



*Fuente: La cerámica de estilo Cogotas I y los ciclos culturales en las postrimerías de la Edad del Bronce en Navara. Jesús Sesma Sesma, Juan José Bienes Calvo, Ande Erce Domínguez, José Antonio Faro Carballa y Mikel Ramos Aguirre.

Destaca dentro de  éstos  el hoyo  9, por  su  carácter funerario. Albergaba  un  individuo  masculino  adulto  joven,  depositado  en  posición flexionada  sobre  el  fondo  de  la  estructura,  que  tenía  la  particularidad  de presentar la  cabeza (excepto  el maxilar inferior)  separada intencionadamente del  cuerpo,  alojada  en  una  pequeña  hornacina  delimitada  por  piedras.  Le acompañaba  como  ajuar,  bajo  el  cuerpo,  los  fragmentos  del recipiente  con decoración  de  boquique  antes  mencionado.  El  conjunto  se  presentaba estratificado,  documentándose  en  el  nivel  superpuesto  a  la  inhumación  un depósito  intencionado  de  fauna,  integrado  por  dos  hemimandíbulas  de un ovicáprido adulto y cuatro perros, dos casi completos en conexión anatómica y restos muy parciales de otros tantos, todos ellos también adultos. En este mismo nivel se documentó una gran losa triangular, que se ha interpretado como un posible hito o estela de señalización.
La inhumación ha sido datada en 3.025±40 BP, 1.402‐1.189 cal. a.C. al 94%. Esta fecha puede hacerse extensible al contexto general del yacimiento, si bien uno de los hoyos arrojo un pequeño fragmento con decoración acanalada, que indicaría  la  perduración  del  lugar  hasta  los  primeros  Campos  de  Urnas regionales. 

sábado, 16 de noviembre de 2013

Romería de San Eugenio o de la bellota, El Pardo-Madrid

Al igual que el viernes pasado, hoy rendimos culto a la bellota. El 15 de noviembre, si miramos el santoral, veremos que, junto a otros muchos santos -y pocas santas ese día-, es la fecha del santo que fue obispo toledano en tiempo de godos. En un lugar, tristemente conocido por ser residencia de tiranos reales y no reales -más bien diría reales todos para desgracia del pueblo-, pero auténtico pulmón y reducto de bosque autóctono, se celebra el primer domingo tras San Eugenio, una romería a la ermita de El Cristo de El Pardo que es conocida como la Romería de San Eugenio o Romería de la bellota. La leyenda oficial nos dice que la romería comenzó cuando Felipe IV descubrió a un campesino que "robaba" bellotas por necesidad para su sustento en el Monte de El Pardo, con lo que "bondadoso" aquél, ordenó que todos los días 15 de noviembre se abrieran las verjas reales para que los pardeños pudieran recoger el nutritivo fruto.
Nosotros queremos tratar de ver más allá e intuimos, tras esta celebración, la reminiscencia de lejanos cultos a frutos fundamentales en la subsistencia humana desde tiempos inmemoriales, uno de ellos la bellota.
Son muchos los festejos recientes alrededor de la castaña conocidos -el otro fruto estrella en estas fechas- coincidiendo con el antiguo samaín, ahí están los magostos y calbotes, pero menos abundantes los cultos alrededor de la bellota. Hoy, por tanto, traemos uno de ellos.
Si, como digo, tratamos de ver un poco más allá, estaremos observando la veneración ancestral por un fruto tan importante en la alimentación humana y que ha sido, por la maquinaria estatal, totalmente proscrito y retirado del consumo humano, quedando únicamente como alimento ganadero.
Aprovechamos para recomendar un libro -Manual de cocina bellotera para la era post-petrolera- recientemente publicado en el que no sólo se reivindica su consumo, sino que se va mucho más allá, pues es un auténtico manual de sabiduría bellotera a cargo de su autor, César Lema Costas, con lo que, si nos animamos, ahora que estamos en época de recolección, podemos ponernos manos a la obra y comernos, entre otras cosas, un rico pan de harina de bellota.

elpardo.net

*Fuente: Wikipedia

A comienzos del siglo XVII los alrededores de El Pardo eran un terreno vedado al que sólo podía acceder la Corte. Según narra la leyenda popular el rey Felipe IV cuando paseaba por los terrenos se encontró con una persona que recogía bellotas del suelo. Al interrogarle por el motivo de tal actitud, él le dijo que era para su substento. Algo que impresionó al monarca, permitiendo que el día 15 de noviembre todo el que quisiea pudiera recoger las bellotas de las encinas del Pardo. Surgó así la romería de las bellotas del día de San Eugenio. El punto de congregación suele ser el convento del Cristo, lugar donde reside la talla del cristo yacente de El Pardo.
La romería no se pudo celebrar durante la guerra civil al ser parte del frente de combate. Y posteriormente en el año 1940 al convertir el palacio de El Pardo en la residencia del jefe del Estado, la romería perdió interés. A finales del siglo XX se vuleve a celebrar, haciendo pregón de fiestas en el distrito de Fuencarral-El Pardo. La celebración es móvil en el calendario, y suele ocurrir entre el día 15 y el 30 de noviembre.

La romería tenía un intenso sabor popular que quedó reflejado en jotas diversas. Dichos populares relativos a la cercanía del invierno:
Abrígate, mi niña, “pa” San Eugenio, que El Pardo y la bellota traen invierno

jueves, 14 de noviembre de 2013

Ara a Marte en La Ramallosa, Valverde del Fresno

En la comarca de Sierra de Gata, muy cerca con la frontera portuguesa, se encuentra la localidad de Valverde del Fresno. Estamos en el valle de Xálima, lugar en el que se habla la Fala, una lengua romance del subgrupo galaico-portugués. Al sur de este municipio, alejada unos kilómetros del pueblo, se sitúa la finca de La Ramallosa, donde se halló, reutilizado, un ara consagrado a Marte, el famoso dios romano de la guerra e hijo de Júpiter y Juno. Este ara se encuentra bastante deteriorado y se desconoce cuál fue su lugar de origen, aunque, el autor que hoy traemos, debido al hallazgo de otro ara con el mismo antropónimo dedicante en las ruinas del cercano castillo de Salvaleón, también en el término de Valverde del Fresno, deduce que aquel lugar podría ser el de su origen. Marte, al igual que ocurre con Júpiter, sustituyó el culto de muchos dioses prerromanos locales.
La imagen que aportamos es de muy baja calidad, pero es la única que hemos encontrado.

eda-bea.es

*Fuente: Ara a Marte procedente de Valverde del Fresno (Cáceres). Miguel Figuerola.

El ara se encuentra en el casería de "La Ramallosa", situado al sur de término municipal de Valverde del Fresno. Al parecer lleva varios años en este lugar sin que hallamos podido extraer ninguna noticia sobre su procedencia. El soporte es de granito y mide 85 cms. de altura. La roca ha sido debastada hasta conformar un ara tosca en la que se distingue un frontis liso y estrecho de 9 x 4 x 34 cms.s Un neto cúbico de 53 x 34 x 27,5 cms. y una basa de 24 x 55 x 44 cms. 
No se aprecia ningún tipo de decoración y el aspecto, como hemos dicho, es rústico. Presenta fracturas en los resaltes del frontis y de la basa. También le falta una esquina superior del neto que afecta a las tres primeras líneas de la inscripción. Hay que anotar así mismo que en una de las caras laterales han sido grabadas las letras EP - formando un anagrama- que son, sin duda, las iniciales del descubridor del monumento o de un antiguo propietario del caserío.
La inscripción se sitúa en la parte alta del neto. Consta de cuatro líneas de letra capital, grabadas mediante un trazo ancho y poco profundo. Las letras finales de las tres primeras líneas han desaparecido.
La A presenta siempre trazo horizontal y los puntos son redondos.

Lectura: 

CADAR(us)
ORAISA(ci. f)
MARTI. V(.s)
L.M.

Transcripción: Cadar(us)/Oraisa(ci.filius)/Marti.V(otum.solvit)/L(ibens). M(erito).

Cadarus aparece en Cáparra. También lo encontramos en otro ara procedente del despoblado de Salvaleón, situado junto a la frontera portuguesa, en la confluencia del río Baságueda y el río de la Vega (Valverde del Fresno), publicada por nosotros.
Precisamente es esta última inscripción la que nos ha hecho considerar la terminación del segundo antropónimo como Oraisaci. Estamos pues ante el mismo dedicante y con ello, hemos de considerar la posibilidad de que el ara que aquí presentamos provenga también de Salvaleón.

Finca La Ramallosa, Valverde del Fresno - adelafuente, panoramio.com

miércoles, 13 de noviembre de 2013

El yacimiento arqueológico de la Fuente de la Mora, Leganés

Nos acercamos a un yacimiento arqueológico en el que no ha aparecido ninguna manifestación de culto o elemento sacro, temática principal de este blog, que sea motivo de esta ficha. Lo que nos mueve una vez más es la propia toponimia, pues, este lugar de Leganés, junto al arroyo Butarque, conocido como Fuente de la Mora, nos trae lo que puede ser un ejemplo mitológico más del término mora, lo que serían las mouras de la mitología gallega o mari y mairu de la vasca, que también tiene huellas en el ámbito castellano, cual es el caso. Como ya he dicho en distintas entradas, también se cree -así lo explica Juan García Atienza- que esta abundante toponimia hacía referencia a los tiempos de dominación musulmana, pues cuando era de conocimiento público la existencia de un lugar habitado en el pasado, existía la costumbre de atribuirlo a "tiempo de moros", como calificativo que otorgaba una gran antigüedad, siendo, en la mayoría de los casos de incluso un pasado mucho más lejano. Creo que ambas interpretaciones no tienen por qué ser excluyentes; en algunos casos estos topónimos podrían nacer por uno u otro motivo.
Describiendo el yacimiento en cuestión, descubierto hace más de 10 años durante la construcción de la M-45, infraestructura que arrasó en gran parte el propio enclave, presenta distintos niveles de ocupación que van del Calcolítico, al Bronce Medio y Final, a la II Edad del Hierro, a la época alto y bajo imperial romana y al periodo visigodo. En nuestro texto fuente de hoy se hace referencia a su etapa de ocupación durante la II Edad de Hierro o carpetana, pues los carpetanos eran los oriundos de estas tierras durante la segunda mitad del I Milenio a. C.
Como triste anécdota, tenemos que informar de que, si bien no hay ninguna evidencia sacra de la Antigüedad o de la Prehistoria en este lugar, como ya se ha dicho, sí existía una ermita del siglo XVI -la Ermita de San Juan de Overa- que ha sido derribada recientemente por los propietarios de esta finca, lo cual supone un claro atentado contra el patrimonio histórico que ha sido denunciado por una plataforma ciudadana de Leganés. Quede desde aquí hecha también mi propia denuncia. Una vez más, una solitaria ermita era testigo de un antiguo lugar de ocupación humana.

Poblado carpetano -izquierda-, cabaña circular calcolítica -derecha-, Fuente de la Mora - Leganes. http://elmadridmedieval.jmcastellanos.com

*Fuente: Leganés, cinco siglos de transformaciones en el espacio urbano. Universidad de Alcalá y Escuela universitaria arquitectura técnica Guadalajara.

Los intercambios regionales propiciaron la tendencia a agruparse en grandes unidades culturales y políticas, de tal manera que posiblemente estos poblados se integraron en el área de influencia de los carpetanos que desde e siglo III poblaron ciudades como Toletum (Toledo). A esta cultura también perteneció el asentamiento de la Finca de La Mora, donde se localizaron restos de un pequeño poblamiento datado a finales del siglo III a.c. rodeado por un foso de carácter defensivo que a su vez facilitaba el suministro de agua para las cabañas mediante un pozo ubicado en el interior del recinto. También presentaba numerosos silos subterráneos con granos fosilizados, molinos y morteros, lo que hace creer que pudiera ser centro de un área comarcal mas extensa. Este núcleo desapareció en el siglo I a.c., tiempo del que datan los materiales más modernos encontrados, coetáneos a otros restos carbonizados que parecen explicar el fin del asentamiento por un ataque invasor, coincidente en época con los primeros tiempos de ocupación romana.

Ermita de San Juan de Overa en los años ochenta del siglo XX - PLATÓ 2000, S.L.

martes, 12 de noviembre de 2013

Ara de Júpiter, San Juan del Rebollar-San Viterio

Hoy nos hacemos eco de una noticia de hace dos años en relación a un ara romano consagrado al dios Júpiter. Éste fue conocido tras ser donado al Museo Etnográfico de Castilla y León de Zamora. El ara fue localizado en una escombrera de San Juan del Rebollar, localidad del municipio de San Viterio, en la comarca de Aliste. Debió ser reutilizado con anterioridad en la construcción de algún edificio y se desconoce, por tanto, su ubicación originaria. Estamos en una zona -la lusitano-galaica- en la que, en época romana, el culto a esta divinidad estuvo muy extendido, sustituyendo, seguramente, a otras divinidades prerromanas locales.
*Nos advierten en los comentarios que, este enclave en concreto, era ástur. Gracias a Taliesin por la aclaración.

Alberto Pérez

*Fuente: laopiniondezamora.es

El Museo Etnográfico de Castilla y León ha recibido la donación de un ara romana hecha en mármol blanco y dedicada a Júpiter.
La localización la efectuó José Vara Poyo de manera casual en San Juan del Rebollar «en un punto en el que se depositan restos de viviendas, puesto que el ara había sido utilizado como una piedra más en una casa». «No es una pieza encontrada en su sitio natural», explica el director del centro cultural, Carlos Piñel.
Tras manifestar el donante su deseo de que el elemento pase a engrosar los fondos del Etnográfico y realizar el papeleo correspondiente, desde el Museo han realizado un estudio preliminar de la pieza que tiene unas dimensiones de 76x43x14,5 centímetros y estaría realizada en el siglo III. La losa en la parte superior presenta un «focus circular sobre la cimera del frontón triangular, dos volutas laterales muy deterioradas y un ramito vegetal muy esquemático», describen fuentes consultadas. La pieza también presenta unos caracteres inscritos. «En la superficie hay una epigrafía romana, cuya lectura la realizará un experto en la materia», adelantó Piñel que califica de «bueno» el estado general del elemento, aunque, a tenor del análisis preliminar, «debería de restaurarse algunas partes, puesto que hay unos fragmentos sueltos en la parte trasera».

[...] «Júpiter era la divinidad romana con más influencia en los ámbitos rurales de la Céltica hispana, principalmente en las áreas rurales de la región lusitano-galaica», explica el experto Juan Carlos Olivares en la publicación «El culto a Júpiter, deidades autóctonas y el proceso de interacción religiosa en la céltica hispana». Olivares, en el citado artículo, menciona que «los exvotos a esta deidad se extiende por Orense, Braganza, Porto, Viseu, Guarda, Salamanca o Castelo Branco». Además, Piñel alude a que la pieza hallada en Aliste guarda mucha semejanza con la localizada en Saldanha en Terra de Miranda, en el año 1967 «realizada también en mármol y con una decoración similar».

San Juan del Rebollar - jlmezquita - panoramio

lunes, 11 de noviembre de 2013

Reshef o Melkart en la ría onubense, Huelva

Ya se sabe que los pueblos del Mediterráneo oriental, como los egipcios y fenicios, tuvieron una gran importancia en la configuración de la cultura occidental, aportando una serie de importantes elementos. Pero, en concreto, y entrando en lo que nos ocupa, dejaron una importante huella en la franja mediterránea y sur de la Península Ibérica, sobre todo en esta última zona peninsular. Ahí tenemos los casos de Cádiz y Huelva, con sus museos arqueológicos repletos de piezas, sobre todo fenicias, tal y como se dice en la fuente que hoy aportamos. Los fenicios fueron, según nos cuentan, los fundadores de la antigua Onuba o actual Huelva allá por el año 1000 a. C.; allí, en su ría, fue hallada la estatuilla que hoy nos ocupa. Según este texto podría ser el dios egipcio Reshef o el dios fenicio Melkart o Melqart.

museosdeandalucia.es

*Fuente: museosdeandalucia.es

Estas figurillas aparecen en la costa atlántica andaluza, existiendo ejemplares tanto en el Museo de Huelva como en el Museo de Cádiz.Figura masculina que representa al dios egipcio Reshef o al dios sirio-cananeo Melqart, en actitud de ataque. Dios guerrero y amenazante, Melqart es también considerado por los orientales como el protector del comercio marítimo. Los fenicios, en su expansión hacia Occidente, establecen múltiples santuarios dedicados a este dios en los puntos de mayor interés comercial. Uno de ellos pudo estar en Huelva, importante emporio durante este período. Está fechada en los siglos VIII-VII a.C., y apareció en la Ría de Huelva.

Ría de Huelva - flickr.com

viernes, 8 de noviembre de 2013

El Abrigo de La Sarga y el vareo de bellota, Alcoi

En el municipio de Alcoy, capital de la comarca de Hoya de Alcoy, se encuentra el Abrigo de La Sarga, un auténtico santuario prehistórico en el que los pobladores de alrededor se reunirían para celebrar sus rituales, sus asambleas y demás prácticas propias de una vida en común. Ahí dejaron plasmadas las visiones de su tiempo, sus creencias, preocupaciones y sueños en forma de pinturas de distintos periodos que transcurren entre el arte macroesquemático, con figuras como "El Orante", "El Brujo" y serpentiformes, el levantino, con escenas naturalistas de hombres y animales, y el esquemático, con representaciones más simples de hombres, animales e ídolos.
De entre las del arte levantino (del V al III milenio a. C.) destaca una escena que, los autores que hoy traemos, interpretan como el vareo de sendas encinas de las que cae la bellota. Como ya se sabe, a través de distintos autores clásicos, como Estrabón o Plinio El Viejo, y por su uso hasta bien entrado el siglo XX en amplias zonas rurales, la nutritiva bellota ha formado parte durante milenios de la alimentación humana, con la ventaja además de no tener que cultivarse, ahorrando el esquilmo que la agricultura a gran escala supone para la Tierra, además de preservar el arbolado tan beneficioso para evitar males como la desertización que tanto se está extendiendo por gran parte de la Península Ibérica y del resto del planeta. No hay que dejar perder, por supuesto, de vista su trascendencia política, pues el consumo de la bellota y demás productos de recolección o silvestres, traerían de nuevo una mayor autonomía y libertad para las personas, siendo mucho menos dependientes de lo que son hoy en día. La denigración del consumo de bellota, en favor del cereal, como del mundo rural popular tradicional en general, ha sido una clara estrategia estatal desde la época romana, acentuada claramente en los dos últimos siglos, donde la bellota, junto a otros productos espontáneos o silvestres, se ha acabado apartando totalmente del consumo humano, siendo únicamente alimento para animales.
Desde aquí reivindicamos su consumo, que autores como Hesíodo o Pausanias atribuían como alimento principal de la "Edad de Oro" y que nos vuelve a recordar, muchos siglos más tarde, de la siguiente forma Cervantes, en el Capítulo XI de la Primera Parte de El Quijote, cuando el caballero de La Mancha recibe la hospitalidad de los cabreros invitándole a cenar:
...acabado el servicio de la carne, tendieron sobre las zaleas gran cantidad de bellotas 
avellanadas...”.

eliasgomis.blogspot.com
Recreación de la pintura - Fortea y Aura - 1987

*Fuente: Bellotas, el alimento de la Edad de Oro. Juan Pereira Sieso y Enrique García Gómez.

A pesar de la consideración general de que las bellotas constituían un recurso alimenticio de 
general aprovechamiento (Moure, 1992) las referencias sobre el hallazgo de bellotas en yacimientos epipaleolíticos no son demasiado abundantes y proceden de la fachada levantina como Tossal de la Roca (Alicante) (Cacho, 1986) junto con Roc del Migdia y el Cingle Vermell en Barcelona (Martín Colliga, 1992). Sin embargo encuadrado cronológicamente en este horizonte cultural contamos con un dato poco habitual como es la plasmación de una de las labores fundamentales en la recolección de frutos silvestres, documentada etnográficamente, y de difícil inclusión en el registro arqueológico: El vareo. Se trata de un abrigo con arte rupestre levantino localizado en La Sarga (Alcoy). En uno de los covachos del abrigo se documentó un panel en el que aparecen tres figuras humanas que miran a dos árboles, cuyos frutos parecen caer y dispersarse por el suelo. El brazo de una de las figuras aparece asociado a un largo trazo lineal que atraviesa y sobrepasa el follaje de uno de los árboles. Para los investigadores se trata de una escena en la que se muestra la recolección de frutos mediante vareo (Fortea y Aura, 1987) y proponían que los frutos recolectados podrían ser almendras. Sin embargo se puede defender otra interpretación. En el caso de la representación de los dos árboles se pueden identificar con encinas y acebuches, por su copa compacta y globosa. El hecho de que cada ejemplar se represente con varios troncos puede ser característico de ambas especies, pero mucho más de las encinas. La emisión de varios troncos en las encinas se produce cuando las condiciones ambientales son adversas (heladas tardías, reducido período vegetativo...) teniendo esta especie que reproducirse mediante chirpiales (reproducción asexual) en lugar de brinzales (reproducción sexual). En estas condiciones adversas, sobre todo si las heladas son fuertes, la presencia del acebuche es escasa o nula. Las características climatológicas de las tierras del interior de Alicante podrían corresponder con las reseñadas, por lo que se podría interpretar perfectamente que en la escena pintada de La Sarga se están vareando bellotas.

La Sarga - eliasgomis.blogspot.com

jueves, 7 de noviembre de 2013

La Moraquintana de La Cuesta, Santibañez el Bajo

Las moras encantadas, moras o mouras, como integrantes de la mitología ancestral ibérica, son conocidas en Extremadura como las moracantanas o, como ocurre en Santibañez el Bajo, municipio de Tierras de Granadilla, como Moraquintana. Gracias a la nueva publicación del blog Extremadura Secreta, "Seres Mágicos de los Pozos: Airón, Maruñas y Moracantanas", de la que nos ha advertido nuestro amigo Daniel Salmador Hernández, hemos conocido la existencia de esta Moraquintana de Santibañez el Bajo, que hasta tiene una calle con su nombre en el barrio de La Cuesta, donde, cuenta la tradición popular, se aparece. Como ocurre en muchos otros casos, a esta especie de divinidades se las asocia con fuentes o pozos. Así, a los niños de Santibañez el Bajo se les solía asustar con la Moraquintana para que no se acercasen a los pozos.
Hoy traemos como fuente las palabras, recogidas en Extremadura Secreta, de Félix Barroso, un antropólogo muy nombrado, por ser un gran conocedor de la cultura hurdana, y que es natural de este pueblo de la comarca de Tierras de Granadilla.

Calle de la Mora-Quintana de Santibañez el Bajo

*Fuente: Félix Barroso Gutiérrez

Felix Barroso afirma que la Moraquintana, que en otras partes recibe el nombre de “Moracantana“, fue considerada de siempre en el pueblo como una mujer de rostro ennegrecido, muy vieja y de aspecto espantoso, que recorría por las noches la zona por donde se encuentra la calle que tiene dedicada.
Contaban, igualmente, que tenía su vivienda en la zona de “La Cuesta” que mira hacia la “Juenti Lugal” (Fuente del Lugar). También era muy amante de esconderse entre los zarzales cercanos a las norias de los huertos; de aquí que a los niños se les asustase con la Moraquintana si osaban acercarse a tales pozos.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Ermita de la Virgen de la Montaña y la Sierra de la Mosca, Cáceres

Dejando atrás la antigua Turgalium -Trujillo-, ya no lejos de la colonia civium Romanorum de Norba Caesarina -Cáceres-, llama la atención la aparición de una sierra -la Sierra de la Mosca-, con la población de Sierra de Fuentes en su ladera levantina, antesala de la bella capital cacereña que se esconde tras ella, al oeste de la misma. Es en esta sierra, en una de sus elevaciones, donde se halla el famoso santuario de Cáceres, el Santuario o Ermita de la Virgen de la Montaña, patrona de esta milenaria ciudad. Nuestra ficha, siempre buscando la ancestral sacralidad de los distintos enclaves ibéricos, se basa en una mera suposición personal, que no es otra que la de intuir un pasado sacro bastante más lejano que el culto mariano conocido. He rastreado en busca de alguna pista, pero nada he encontrado sobre posibles restos de antiguos templos romanos precristianos o de huellas cultuales prerromanas en el lugar; únicamente el conocimiento de que, muy probablemente, antes de la fundación romana ya existía algún asentamiento vettón en lo que luego fue Norba Caesarina, antigua etnia que, al igual que otras muchas coetáneas, sacralizaba las montañas (la denominación de la Virgen de la Montaña, muy posterior, podría ser indicativo de cultos a alguna divinidad en tiempos romanos y prerromanos y que, por tanto, pudieran haber sacralizado esta montaña), además de los restos de antiguos poblamientos en la propia Sierra de la Mosca, como son el yacimiento arqueológico de El Risco, del Bronce tardío, o el del Castillo de El Puerto, también del Bronce y que fue ocupado hasta el siglo I a. C. Todos estos antiguos poblamientos tuvieron que tener su lugar sagrado o de culto y qué mejor enclave que los que ofrecía la estampa de la Sierra de la Mosca, de entre los que el Santuario de la Virgen de la Montaña bien pudiera ser heredero de ellos. Ahí queda planteada esta aventurada hipótesis.
A continuación traemos unas líneas donde se describe la versión oficial del culto a esta patrona, de la que toman su nombre numerosas cacereñas.

Santuario de la Virgen de la Montaña visto desde la Judería vieja o Barrio de San Antonio de Cáceres - Iberia Mágica. Foto de 2011

*Fuente: rutasdelpatrimonio.es

En los alrededores de Cáceres se encuentra este santuario en que se venera a la patrona de la ciudad, Nuestra Señora de la Montaña y desde donde se podrá disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad de Cáceres. Situado en la Sierra de la Mosca, a unos seiscientos metros de altitud permite divisar el conjunto monumental perfectamente integrado en el Cáceres moderno junto a la Sierra de San Pedro, últimas estribaciones de los Montes de Toledo.

La historia del santuario se inicia con la llegada a Cáceres en 1600 de Francisco Paniagua, con la intención de erigir una pequeña capilla para una imagen de la virgen que traía consigo. Su ejemplo de vida anacoreta llevó a Sancho de Figueroa, vicario de Cáceres, a impulsar la construcción de un eremitorio que se bendijo en 1626. Sobre aquella capilla se construyó entre 1716 y 1721 el actual templo.

El interior lo forma una nave con bóveda de medio cañón, un coro sobre la nave y dos capillas custodiando la cabecera. A los pies, en el muro del Evangelio, se encuentra un bello crucificado en madera del escultor de la escuela madrileña, José Salvador Carmona, autor también de una Santa Ana ubicada en la capilla del mismo nombre. En el presbiterio destaca el retablo mayor, obra barroca atribuido a Manuel de Larra y Churriguera, que es presidido por la virgen de la  Montaña, realizada en madera de nogal y encargada a algún imaginero sevillano entre los años 1620 y 1626.


Castillo de El Puerto, Sierra de la Mosca - vitruvio-publicaciones.blogspot.com

martes, 5 de noviembre de 2013

Necrópolis de la Loma de los Brunos, Caspe

En la comarca Bajo Aragón-Caspe, concretamente en el municipio de Caspe, junto al pantano del Civán, se encuentran el poblado y la necrópolis de la Loma de los Brunos del periodo ibérico antiguo, entre los siglos VII-VI a. C. Nuestra ficha de hoy está dedicada a la Necrópolis de la Loma de los Brunos. Ésta está compuesta por 17 túmulos funerarios de planta circular y un decimoctavo rectangular, todos ellos con cámaras o cistas en las que se depositaban los ajuares y urnas funerarios.

iberosenaragon.net

*Fuente: iberosenaragon.net

La necrópolis de la Loma de los Brunos se emplaza sobre un largo cordón rocoso de arenisca situado al sur de un pequeño poblado en el que se han identificado varias fases de ocupación. Tanto el poblado como la necrópolis fueron descubiertos en 1958 por el arqueólogo caspolino Manuel Pellicer. Entre los años 1980 y 1982 el profesor Jorge Eiroa realizó diversas campañas de excavación en ambos yacimientos. La necrópolis, que está excavada en su totalidad, conserva restos de un total de 18 túmulos funerarios de unos tres o cuatro metros de diámetro, todos ellos de planta circular excepto uno cuadrangular. En el interior de estos túmulos, formados por un amontonamiento de piedras y tierras, se construyeron pequeñas cámaras funerarias o cistas en las que se depositaban los ajuares y las urnas o vasos de cerámica que contenían los restos incinerados de los difuntos. De entre ellos destaca por su tamaño, su posición destacada y su carácter monumental, el túmulo 10 construido mediante la superposición de anillos concéntricos de mampostería dispuestos escalonadamente con una cista excéntrica en su interior construida con grandes losas en disposición vertical. 

lunes, 4 de noviembre de 2013

Santuario rupestre íbero de la Sierra de La Nariz, Moratalla

Hoy traemos una cueva-santuario íbera, el santuario de la Sierra de La Nariz, en Moratalla. Da la casualidad que la primera campaña de excavación ha finalizado hace escasos días, no siendo de momento mucho lo que se conoce sobre lo hallado en este yacimiento, pues ahora se están estudiando los materiales, con lo que habrá que esperar nuevas noticias. El santuario ha sido fechado en el siglo II a. C.

laopiniondemurcia.es

*Fuente: E. Soler - laopiniondemurcia.es, 03/11/2013

El proyecto ha sido dirigido por el arqueólogo Joxean Otxaran.
En el mes de abril se desarrolló una primera fase que consistió en la apertura del Santuario, realizando dos intervenciones en los ojos y una en el exterior, pero según explicó Otxaran, «nos faltaron unos pequeños flecos, que consistió en una intervención en el exterior, que queríamos analizar puesto que nos estaba dando una información muy importante. Respecto al uso de la calidad de las ofrendas y el tipo de ritual, también nos quedaba por analizar la parte de la base en busca de algún tipo de estructura que pudiéramos vincular con el Santuario».
Una vez concluida la excavación, el equipo trabajará en el estudio de materiales, «se estudian todos los materiales uno a uno y luego se realiza otro estudio en conjunto para saber que sucedió en el Santuario, durante el siglo II A.C.».

Joxean Otxaran puso de manifiesto que «se trata del único Santuario de estas características que tenemos intacto en la Región de Murcia, ya que existe otro en Fortuna que esta muy deteriorado».

Este trabajo es una parte de la tesis doctoral de Otxaran, que espera leer en diciembre, un trabajo sobre Santuarios Rupestres Ibéricos en el Sureste Peninsular, abarcando toda la Región de Murcia y las ciudades limítrofes de Albacete, Alicante y Valencia. «Un trabajo que servirá para observar paralelos y diferencias de los Santuarios y buscar si existe algún tipo de constante entre todos», manifestó el arqueólogo, quien explicó que «este tipo de Santuarios están muy poco estudiados, son un poco la niña pobre del mundo ibérico».

Joxean Otxaran
 
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